La plataforma social media X (antes conocida como Twitter) anunció una asociación ampliada con la empresa de tecnología publicitaria, Integral Ad Science. La alianza promete ampliar el portafolio de soluciones publicitarias en la red social propiedad de Elon Musk así como añadir mejores garantías de seguridad para los anunciantes.

Los nuevos recursos permitirán a las empresas aislar sus contenidos comerciales de palabras clave e identificadores “no deseados” con “una tasa de eficiencia de 99%”, según X. Los anunciantes tendrán acceso a una nueva barra de configuración desde la cual podrán elegir entre “sensibilidad estándar y conservadora” sobre los contenidos que se usan para mostrar sus anuncios. La herramienta pretende controlar publicaciones relacionadas con temas sexuales, relacionadas con discurso de odio dirigido, obscenidad, drogas y otros temas sobre ideologías.

El nuevo Twitter promete que próximamente llegará una configuración de “sensibilidad relajada” que mostraría anuncios junto con algunos tipos de “contenido confidencial” para “maximizar el alcance”. De igual manera, una lista de bloqueo automatizada que limita que la comunicación de las marcas aparezcan junto a ciertas palabras clave en las páginas “Para usted” y “Siguiendo” es parte de una actualización futura. 

De Twitter a X y la desbandada de anunciantes

Las promesas derivadas de la nueva alianza llegan en un momento en el que el negocio de X sufre una fuerte caída en sus ingresos publicitarios y después de una serie de acusaciones sobre la hostilidad que se ha desatado en la red social luego de ser adquirida por Elon Musk.

Un informe de Vox destacaba a principios de este año que más de la mitad de los 1,000 principales anunciantes que Twitter tenía antes de ser comprada por Elon Musk dejaron de anunciarse en la red social. El efecto inmediato fue una reducción drástica de los ingresos. Según un informe de The Wall Street Journal cayeron cerca de un 40%.

X ahora lucha por revertir la situación y lograr un equilibrio financiero, toda vez que el valor de la red social como negocio se ha devaluado en los últimos meses.

En junio, Fidelity Blue Chip Growth Fund, una de las firmas que financió la compra de Twitter, aseguró que X (entonces conocida como Twitter) estaba valorada en un tercio de los 44,000 millones de dólares que el empresario sudafricano habría pagado por el activo a finales de 2022. En aquel momento, la financiadora redujo por tercera vez su participación accionaria en la plataforma.