EFE.– Fitch Ratings estima que el Gobierno mexicano apoye con 15,000 millones de dólares anuales a Petróleos Mexicanos (Pemex), necesidad que podría convertir a la empresa estatal en un pasivo para la Administración federal.
“Pemex podría convertirse en un pasivo neto para el Gobierno, si el apoyo del Gobierno a Pemex supera los ingresos relacionados con el petróleo”, indica en un reporte.
Pemex tiene amortizaciones de deuda por vencimiento de bonos por 4,100 millones de dólares en 2023, mientras que para 2024 esta cantidad asciende a los 11,200 millones de dólares.
En tanto que el Gobierno mexicano ha paliado su deuda con más de 17,200 millones de dólares entre 2018 y 2022.
La calificadora describió un contexto de condiciones financieras globales más estrictas, acceso restringido a financiamiento y precios más bajos del petróleo, que podrían generar mayores desafíos de financiamiento para Pemex en el futuro y con ello, aumentar la necesidad de apoyo gubernamental
Fitch describió que los ingresos relacionados con el petróleo han caído en las últimas dos décadas, al pasar de una representación de 44% de los ingresos totales de México en 2008 a un promedio de solo el 10% en los últimos cinco años.
“Esto ha resultado en un beneficio neto aún menor para el Gobierno federal a partir de los ingresos del petróleo, aunque las entradas siguen siendo netamente positivas”, agregó.
Pemex exprime recursos del gobierno
En contraste, Fitch consideró que más apoyo no sería “necesariamente negativo” para la calificación crediticia del soberano mexicano, pues indicó que el impacto dependería de cómo el Gobierno acomoda fiscalmente el recurso adicional.
No obstante, tampoco previó que se avecine una reforma fiscal con la que el Gobierno mexicano pueda allegarse de más recursos públicos porque en las próximas elecciones de junio de 2024 “hay una visibilidad limitada en la agenda política de los candidatos presidenciales en el sector energético y Pemex”.
Fitch resaltó que esta posible reforma fiscal mejoraría la capacidad del Gobierno mexicano para mantener un déficit fiscal consistente con una deuda con relación al PIB estable, mientras continúa apoyando financieramente a Pemex.
“Suponemos una alta disposición del Gobierno para apoyar a Pemex independientemente del resultado de las elecciones. Sin embargo, un menor apoyo popular y político puede limitar la capacidad de la próxima administración para impulsar políticas para expandir la recaudación de impuestos”, concluyó.