Por Roberto Aguilar

Janet Yellen Rusia Ucrania

Inteligencia artificial redefinirá ‘arte de la guerra’

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Reuters. – Algunos expertos en tecnología creen que los innovadores desarrolladores de software comercial de inteligencia artificial que están entrando en el mercado armamentístico constituyen un desafío al dominio de la industria tradicional del sector de defensa.

Aunque es demasiado pronto para saber si las grandes armas tripuladas por humanos, como los submarinos o los helicópteros de reconocimiento, seguirán el camino de los acorazados, que quedaron obsoletos con el auge de la aviación.

Pero los robots aéreos, terrestres y submarinos, unidos a los humanos, están a punto de desempeñar un papel fundamental en la guerra.

La guerra de Ucrania es ya una prueba de ello. Allí, incluso equipos rudimentarios de humanos y máquinas que operan sin una autonomía significativa impulsada por la inteligencia artificial están reconfigurando el campo de batalla.

Según analistas militares que estudian el conflicto, los sencillos drones pilotados a distancia han mejorado enormemente la letalidad de la artillería, los cohetes y los misiles en Ucrania.

Kathleen Hicks, vicesecretaria de Defensa de Estados Unidos, afirmó en un discurso pronunciado el 28 de agosto en una conferencia sobre tecnología militar en Washington que las capacidades militares tradicionales “siguen siendo esenciales”.

Ucrania, el laboratorio para la inteligencia artificial

Pero señaló que el conflicto de Ucrania ha demostrado que la tecnología emergente desarrollada por empresas comerciales y no tradicionales podría ser “decisiva en la defensa contra la agresión militar moderna”.

Un informe especial de Reuters publicado el viernes explora cómo la automatización impulsada por la inteligencia artificial está a punto de revolucionar las armas, la guerra y el poder militar.

Tanto las fuerzas rusas como las ucranianas están integrando armas tradicionales con IA, imágenes por satélite y comunicaciones, así como municiones inteligentes y merodeadoras (también conocidas como “drones kamikaze”) según un informe de mayo del Proyecto Especial de Estudios Competitivos, un grupo de expertos estadounidenses sin filiación política.

El campo de batalla es un mosaico de profundas trincheras y búnkeres donde las tropas se han visto “obligadas a pasar a la clandestinidad o a apiñarse en sótanos para sobrevivir”, según el informe.

Algunos estrategas militares han señalado que, en este conflicto, los helicópteros de ataque y transporte se han vuelto tan vulnerables que casi se han visto obligados a abandonar los cielos y sus funciones han pasado cada vez más a manos de los drones.

“Los sistemas aéreos no tripulados ya han eliminado a los helicópteros de reconocimiento tripulados de muchas de sus misiones”, afirmó Mick Ryan, ex general de división del ejército australiano que publica regularmente comentarios sobre el conflicto.

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