El viernes pasado el sindicato United Auto Workers (UAW) inició una huelga en tres fábricas de autos que afecta a General Motors, Ford y Stellantis. El paro tiene el potencial para reforzar la posición de liderazgo que Tesla tiene en el naciente mercado de vehículos eléctricos.
Los miembros del UAW exigen mejores condiciones laborales y económicas para las plantillas de trabajadores de los principales fabricantes automotrices de Estados Unidos.
En concreto, la organización exige un aumento salarial de 36% para un contrato de cuatro años, después de haber buscado inicialmente un 46% con capitalización anual.
Durante la duración del contrato de cuatro años, Ford ofreció un aumento del 20%, General Motors entregó un 18% como última oferta, mientras Stellantis hizo lo propio en una relación de 17.5%.
La situación dará como resultado que los costos de producción de los tres grandes grupos automotrices aumenten de manera considerable en un momento de transición hacia la automoción eléctrica, mercado dominado por Tesla. La empresa propiedad de Elon Musk tendrá más espacio para seguir compitiendo y reforzando su posición de liderazgo a través de una estrategia de precio.
Un escenario complejo para Ford, General Motors y Stellantis
En una nota de prensa, la consultora Munster afirmó que en este momento, los trabajadores de Ford, General Motors y Stellantis ganan 38% más que los empleados de Tesla. La diferencia crecerá una vez que el acuerdo para finiquitar la huelga se firme.
Gene Munster, socio director de Deepwater Asset Management, afirmó que “las grandes automotrices se encuentran en una situación difícil cuando se trata de hacer la transición hacia el coche eléctrico, y las actuales discusiones con los sindicatos eventualmente darán como resultado un fuerte aumento en los costes que los empujará aún más hacia los números rojos”.
El costo laboral de Tesla actualmente se estima entre 45 y 50 dólares por hora, mientras en el caso de los grandes fabricantes de Detroit la cifra oscila entre 64 a 67 dólares por hora. En ambos casos, se incluyen salarios, beneficios y participación en las ganancias.
Ford, GM y Stellantis han tenido dificultades para que sus vehículos eléctricos sean rentables. Las condiciones de la huelga plantean un escenario aún más complejo. En una nota reciente, Moody’s Investors Service explicó que si bien los tres fabricantes de automóviles tienen amplia liquidez para hacer frente al paro, una acción laboral prolongada podría frenar sus ambiciones de vehículos eléctricos.
Dan Levy, analista de la consultora Wedbush, dijo que “esta es una situación potencial de pesadilla para GM y Ford, ya que ambos se encuentran en las primeras etapas de un camino de transformación masiva de vehículos eléctricos para la próxima década que definirá el éxito futuro”.
Una huelga que dure más de cuatro semanas sería “un duro golpe para las ambiciones de vehículos eléctricos de GM y Ford” en el corto plazo, retrasando “muchos aspectos de este importante impulso inicial a los vehículos eléctricos”, afirmó el analista.