OpenAI tiene planes para fabricar sus propios chips de inteligencia artificial (IA) para dar soporte a sus servicios y productos que, en los últimos meses, han marcado una pauta importante en términos de innovación.

Según un reporte de Reuters, la empresa está evaluando la adquisición de una empresa para concretar el plan que está en la mesa de discusión desde, al menos, el año pasado. La estrategia también considera establecer acuerdos más estrechos con proveedores de procesadores y ampliar su cartera más allá de Nvidia, hasta ahora, el principal abastecedor de GPU para OpenAI.

La intención de la compañía es responder a la escasez de estos componentes así como hacer frente a los elevados costos que ahora supone establecer y mantener una infraestructura dedicada a servicios IA.

OpenAI busca ser rentable

El informe estima que los gastos operativos de ChatGPT son muy costosos. Cada consulta cuesta aproximadamente 4 centavos, según un las estimaciones de Stacy Rasgon, analista de Bernstei. “Cada consulta [respondida por el bot conversacional] cuesta aproximadamente 4 centavos, según la analista de Bernstein, Stacy Rasgon. Si las consultas de ChatGPT crecen a una décima parte de la escala de la búsqueda de Google, OpenIA necesitaría invertir aproximadamente 48,100 millones de dólares en GPU inicialmente y alrededor de 16,000 millones de dólares en chips al año para mantener la operación”, explicó.

Desde 2020, OpenAI ha desarrollado sus tecnologías de inteligencia artificial generativa en una supercomputadora masiva construida por Microsoft, uno de sus mayores patrocinadores, que utiliza 10,000 unidades de procesamiento de gráficos (GPU) de Nvidia.

Nvidia ahora domina más del 80% del mercado. En meses pasados se convirtió en el primer fabricante de chips en entrar al selecto grupo de compañías que valen más de un billón de dólares gracias a sus chips y servicios que impulsan el mercado IA.