Tesla informó que durante los primeros nueve meses del año obtuvo beneficios netos por 7,069 millones de dólares. La cifra representa una caída de 20.% respecto a lo registrado durante el mismo periodo de 2022.  

Durante el tercer trimestre, la empresa automotriz de Elon Musk alcanzó beneficios netos calculados en 1,853 millones de dólares. En comparativa anual, la cantidad supone una caída interanual de 43.7%.

La compañía de autos eléctricos aseguró que el costo de producción de sus nuevas plantas de montaje “se mantuvo a la alza” respecto a lo registrado en otras fábricas. En consecuencia, Tesla ha puesto en marcha “las modernizaciones necesarias para permitir mayores reducciones de los costos por unidad”.

En medio de este escenario, surgieron dudas sobre la construcción de la nueva mega planta que Tesla pretende instalar en México, específicamente, en el estado de Nuevo León. El CEO de la compañía advirtió que el proyecto caminará con cautela ante las actuales perspectivas económicas generadas por el efecto de las altas tasas de interés.

La apuesta de Tesla en México se mantiene

No obstante, tanto el ejecutivo como directivos de Tesla y funcionarios mexicanos afirman que la construcción de la factoría al norte del país se mantiene, aunque afirman que el avance podría ser más lento de lo esperado.

A principios de octubre, Rohan Patel, jefe de políticas de Tesla, afirmó que Tesla avanza “ con los gobiernos locales, estatales y federales [en el proyecto]. Apreciamos mucho sus esfuerzos para habilitar los permisos y la infraestructura necesarios”.

La gigafactory que Tesla planea instalar en Nuevo León supone una inversión cercana a los 10,000 millones de dólares. El complejo busca capitalizar los beneficios que el fenómeno del nearshoring promete.

Samuel García, gobernador de Nuevo León, dijo al periodico Reforma que la entidad otorgará a Tesla 2,500 millones de pesos (136 millones de dólares) en incentivos para optimizar la infraestructura pública que la nueva planta requiere.