La economía de México se expandió en el tercer trimestre más de lo que sugerían los datos preliminares, impulsada impulsada por las actividades primarias, así como por el aumento de las exportaciones a Estados Unidos y el fuerte gasto de los consumidores.
Los datos oficiales publicados este viernes mostraron que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió 1.1 por ciento en el periodo julio-septiembre respecto al trimestre anterior con cifras desestacionalizadas, por encima de la mediana de 0.8 por ciento estimada por economistas consultados por Bloomberg y también de la lectura inicial de 0.9 por ciento reportada el mes pasado.
El avance estuvo encabezado por un incremento de 2.6 por ciento en las actividades primarias, que incluyen la agricultura, la pesca, la minería, y de 1.3 por ciento en las actividades secundarias, que abarcan la manufactura, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (Inegi). En tanto, el PIB de las actividades terciarias avanzó 0.9 por ciento.
Respecto al mismo lapso del año anterior, el PIB creció 3.3 por ciento, ligeramente por arriba del 3.2 por ciento previsto.
A tasa anual, las actividades primarias ascendieron 5.5 por ciento, las secundarias 4.4 por ciento y las terciarias 2.6 por ciento.
“Hubo un sólido crecimiento general del PIB real por encima de la tendencia en el tercer trimestre de 2023, impulsado por la solidez de la actividad de servicios y la firmeza del sector secundario“, indicó Goldman Sachs.
México enfrentará altas tasas de interés
La economía mexicana mostró una resistencia significativa entre enero y septiembre, destacaron los analistas de Goldman Sachs, pero señalaron que es probable que la actividad real enfrente en el futuro los elevados tipos de interés, la brecha de producción positiva y “la incertidumbre política y regulatoria en sectores clave, como petróleo, gas, electricidad, minería”.
Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics, dijo que la actividad industrial fue el principal impulsor del aumento del PIB. Esto se vio respaldado por la relocalización y el aumento del gasto en infraestructura, así como por una recuperación manufacturera decente.
Los datos finales confirmaron un “comienzo del segundo semestre mejor de lo esperado”, debido a las sólidas condiciones del mercado laboral, la moderación gradual de la inflación y el aumento de la inversión pública y privada, añadió Abadía.
Sólo en septiembre, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) subió 0.60 por ciento a tasa mensual con datos desestacionalizados, su mayor alza en cinco meses -desde la de 0.74 por ciento de abril pasado- y una cifra también mayor a la anticipada por el consenso.
Por componente, en el noveno mes de este año, las actividades terciarias aumentaron 0.9 por ciento y las secundarias 0.2 por ciento. En contraste, las actividades primarias retrocedieron 3 por ciento.
A tasa anual y con series desestacionalizadas, el IGAE creció 3.7 por ciento en términos reales.
Economía nacional saca provecho del nearshoring
La segunda economía más grande de América Latina se ha beneficiado de la fortaleza del mercado estadounidense y de las inversiones de las empresas en operaciones que atienden al vecino del norte de México, un proceso conocido como nearshoring.
La demanda de los consumidores y un mercado laboral sólido han ayudado a impulsar el crecimiento.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador también se apresura a completar una serie de megaobras, incluido el Tren Maya a través de la región sureste del País, antes de que termine su Mandato el próximo año.
Sin embargo, se espera que los costos de endeudamiento de dos dígitos y la disminución del gasto público comiencen a pesar sobre el crecimiento.
Los economistas en la última encuesta de Citibanamex proyectaron que el PIB de México se expandirá 3.4 por ciento este año y 2.1 por ciento en 2024.