El gobierno de España, dirigido por Pedro Sánchez, adquirirá el 10% del capital de Telefónica. Con esta operación, el Estado se convertirá en un “accionista público de referencia” de la empresa de telecomunicaciones. 

El presidente de aquella nación dijo en un comunicado de prensa que la decisión responde a que Telefónica es “una de las principales compañías del país, líder en el sector de las telecomunicaciones y clave en otros ámbitos estratégicos”. Destacó que los servicios de la compañía son de vital importancia para las operaciones de seguridad y defensa de la nación.

La compra de acciones se realizará a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), órgano de inversión de España que salió del capital de Telefónica en 1997. A finales de octubre, el organismo informó que estaba realizando un “análisis exploratorio” sobre una posible participación en la firma.

Telefónica: entre inquietudes y deudas

A principios de septiembre, el grupo semipúblico Saudi Telecom Company dio a conocer la adquisición del 9.9% de la empresa española. El acuerdo se cerró por 2,100 millones de euros y fue notificado de último momento al gobierno español. El hecho causó inquietiud. 

“La presencia de un accionista público en Telefónica supondrá un refuerzo para su estabilidad accionarial y, en consecuencia, para preservar las capacidades estratégicas y de esencial importancia para los intereses nacionales”, explica el gobierno de Sánchez.

Telefónica atraviesa un momento complejo con una alta deuda. En semanas pasadas, eliminó cerca de 5,100 empleos locales con el objetivo de mejorar su rentabilidad. La corporación está presente en 12 países incluyendo Brasil, Alemania y el Reino Unido. Cuenta con 16, 500 empleados en España, de un total de 100,000 en el mundo.