Entre 2020 y 2023, la fortuna de los cinco hombres más ricos del mundo creció más de 50% al pasar de 405,000 millones a 869,000 millones de dólares (mdd), de acuerdo con un informe de Oxfam.

En vísperas del Foro Económico Mundial en Davos, la organización benéfica detalló que mientras “los ultra millonarios” son 464,000 millones más ricos que antes de 2020, desde este año casi cinco millones de personas en todo el mundo empobrecieron. Las crisis económicas, sociales, políticas y de salud, como la pandemia de covid-19, están detrás del fenómeno.

El informe de Oxfam alertó sobre el aumento de desigualdades económicas en el mundo. Pidió a las naciones de todo el mundo a “resistir la influencia” de los hombres más ricos del mundo y sus empresas sobre la política fiscal. Planteó preocupaciones sobre la riqueza acumulada, derivada del aumento en el precio de las acciones y creciente poder de estas corporaciones. 

“El poder corporativo se utiliza para impulsar la desigualdad. Exprime a los trabajadores y enriquece a los accionistas ricos, esquivando impuestos y privatizando el estado”, puntualizó el documento de Oxfam.

Acusó a las grandes empresas de favorecer “la desigualdad emprendiendo una guerra sostenida y altamente efectiva contra los impuestos”, con consecuencias de largo alcance y a largo plazo.

Oxfam propone un impuesto sobre la riqueza de las personas más ricas del mundo

Oxfam dijo que los gobiernos están entregando cada vez más poder a los monopolios. El fenómeno les permite influir sin control en los salarios promedio, los precios de los alimentos y el acceso a los medicamentos básicos.

“En todo el mundo, los miembros del sector privado presionan implacablemente por obtener tasas más bajas, menos transparencia y otras medidas destinadas a permitir que las empresas contribuyan lo menos posible a las arcas públicas”, sentenció Oxfam.

El informe destacó el “intenso cabildeo” sobre la formulación de políticas fiscales. La práctica ha permitido a las corporaciones pagar impuestos corporativos más bajos. En consecuencia, las autoridades de gobierno tienen cada vez menos recursos para cubrir las necesidades de las poblaciones menos favorecidas.

Según la organización, los impuestos corporativos en los países de la OCDE cayeron de 48% en 1980 a 23.1% en 2022. Para revertir el escenario, Oxfam pidió que se aprobara un impuesto sobre la riqueza de las personas más ricas del mundo. La medida podría aportar hasta 1.8 billones de dólares al año.