Las comisiones de libertades civiles (LIBE) y de mercado interior (IMCO) del Parlamento Europeo dieron su respaldo al acuerdo provisional sobre la Ley de Inteligencia Artificial (IA) que el bloque se dispone a implementar. La votación de la normativa por la asamblea legislativa ocurrirá en abril.

“La ley de la IA da un paso adelante: Los eurodiputados de @EP_Justice & @EP_SingleMarket han respaldado el acuerdo provisional sobre una Ley de Inteligencia Artificial que garantice la seguridad y cumpla los derechos fundamentales”, escribió la LIBE en la red social X.

La nueva normativa, denominada “Ley de Inteligencia Artificial”, es la primera de este tipo en el mundo y pretende establecer los límites de una tecnología que se utiliza en un amplio abanico de sectores. La propuesta de ley ha sido considerada como demasiado estricta por diversas empresas y organizaciones que desarrollan o utilizan sistemas de IA para reforzar sus negocios.

¿Qué propone la ley europea de IA?

El marco regulatorio prohíbe el uso de sistemas biométricos para entrenar o hacer uso de los sistemas de IA. Los eurodiputados incluyeron medidas para facilitar la protección de los derechos de autor frente al despliegue de la IA generativa. Adicional, los recursos como ChatGPT deben dar cuenta de sobre su consumo de energía.

La Ley de IA europea evaluará los niveles de riesgo de la tecnología con base en tres categorías. La primera considera a los modelos de lenguaje como GPT-4 o PaLM 2, que dan respaldo a la mayoría de los productos asociados al avance tecnológico disponibles en el mercado. En un segundo apartado se concentrarán los sistemas “con altas capacidades”, caracterizados por disponer de recursos avanzados y suficientes para entrenar a los algoritmos. El tercero contempla a las plataformas y servicios de propósito general, es decir, aquellas que pueden tener cierta influencia en el mercado por la cantidad de usuarios que tienen.

La ley europea sobre la IA pretende convertirse en el modelo a seguir para otros gobiernos en el mundo que también buscan regular la mencionada tecnología. Los analistas indican que poner un marco regulatorio temprano para el mercado emergente permitiría a la Unión Europea establecer condiciones ideales para favorecer a los proyectos locales con potencial de crecimiento.