Solo dos de cada 10 mujeres tienen ingresos propios

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En México, 17.2 millones de mujeres se dedican exclusivamente al hogar; además de realizar otras tareas indispensables para el cuidado del hogar y sus miembros, como la limpieza, las compras o la preparación de alimentos.

En contraste, solo 992 mil hombres realizan exclusivamente estas labores. Es decir, hay 17 veces más mujeres que hombres en esta situación.

Estos datos son el resultado de un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en alianza con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y ONU Mujeres México, en el que se analizaron indicadores de género dentro del hogar y el mercado laboral.

De hecho, el trabajo no remunerado tiene un verdadero valor económico para el país. Según el Inegi éste asciende a 7.2 billones de pesos. Es decir, si el trabajo no remunerado fuera una industria, tendría una equivalencia a 24% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Cifra que está por encima del valor de sectores económicos como la industria manufacturera (22%) o el comercio (22%).

De acuerdo con el estudio, si se suma el valor de las tareas del hogar y de cuidados, las mujeres aportan 2.6 veces más valor económico que los hombres por el trabajo no remunerado que realizan.

Para colmo, esta distribución desigual limita el tiempo disponible que las mujeres pueden invertir en su desarrollo y crecimiento profesional. De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) del Inegi, nueve de cada 10 personas que abandonan el mercado laboral por realizar tareas de cuidados son mujeres.

Discriminación de las mujeres en el mercado laboral

Lamentablemente, en México la participación de las mujeres en la economía remunerada alcanza solo el 46%, mientras que la de los hombres asciende a 77%, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Eso sin contar que, entre 2005 y 2023, su participación en el mercado laboral creció cinco puntos porcentuales al pasar de 41% a 46%. Lo cual implicaría que les tomaría 119 años alcanzar la tasa de participación económica de los hombres. 

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