Reuters.- La francesa Thales prevé abrir en abril la primera estación de control de tráfico aéreo del mundo totalmente alimentada con energía renovable en el desierto de Atacama, Chile, y está interesada en desarrollar proyectos renovables en otras áreas sin red eléctrica, dijo un ejecutivo de alto rango.
La estación, ubicada en la ciudad de Calama en el norte de del país andino, será utilizada por la autoridad de aviación civil, DGAC, y estará alimentada por 340 paneles solares y baterías adyacentes colocadas bajo la abundante luz solar del lugar.
“Nuestro equipo en Brasil ya había estado trabajando en desarrollos tecnológicos basados en fuentes de energía alternativas durante algunos años, por lo que decidimos asumir este desafío”, dijo en una entrevista el director general de Thales en Brasil, Luciano Macaferri. “Nadie había fabricado nunca un radar 100% independiente de la red eléctrica”, añadió.
Se eleva la apuesta por la energía verdes
Los radares que se utilizarán para el control de aviación consumen alrededor de un megavatio de energía por hora.
El contrato del proyecto se firmó en 2021 después de que la DGAC solicitara propuestas para el control del tráfico aéreo en la zona desértica, dijo Macaferri.
“Tuvimos que construir dos puentes para trasladar el equipo hasta allí”, señaló. “Y mientras preparábamos el lugar, encontramos algunos artefactos arqueológicos. Así que nos pusimos en contacto con grupos indígenas locales y demarcaron parte del área”.
La compañía Thales ahora está interesada en construir proyectos similares en otros lugares, utilizando también otras fuentes como la energía eólica e hidroeléctrica.
“Este ha sido un primer ejemplo. Finalmente ha tenido lugar fuera de Brasil, pero ya vemos muchos aeropuertos interesados en las energías renovables para reducir su huella de carbono”, dijo Macaferri.