Reuters.- Las negociaciones sobre un futuro tratado mundial para hacer frente a la creciente contaminación por plásticos concluyeron a primera hora del martes sin que se llegara a un acuerdo sobre una propuesta para considerar límites sostenibles a su producción.
Las conversaciones debían concluir el lunes, pero continuaron durante la noche mientras los países discutían si el tratado debía abordar la forma de atajar la sobreproducción de plástico.
Los países sí acordaron realizar un trabajo técnico antes de la ronda final de negociaciones en Busan, Corea del Sur, a partir del 25 de noviembre para analizar cómo identificar las sustancias químicas peligrosas del plástico en productos y productos problemáticos de plástico, cómo rediseñar los envases de plástico y cómo financiar los esfuerzos para atajar la contaminación por plástico.
El esperado tratado podría ser el acuerdo más importante relacionado con las emisiones que provocan el cambio climático y la protección del medio ambiente desde el Acuerdo de París de 2015.
“Este es un pequeño paso en un camino muy largo”, dijo Sivendra Michael, negociador principal de Fiyi, la nación insular del Pacífico. “Nos quedan literalmente siete meses para cumplir esta promesa (frenar la contaminación por plástico)”.
Los negociadores debatieron hasta cerca de las dos de la madrugada del martes, casi seis horas después de que el presidente de las conversaciones, el ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso, abrió la que se suponía iba a ser la sesión plenaria de clausura de esta ronda de conversaciones.
Más de 50 países habían apoyado la propuesta de Ruanda y Perú de dedicar los meses que quedan hasta noviembre a analizar cuáles son los niveles sostenibles de producción de plástico.
La urgencia de reducir la producción de plástico
Con una producción de plástico que va camino de triplicarse para 2050, tales niveles “son insostenibles y superan con creces nuestras capacidades de reciclaje y gestión de residuos”, declaró Juliet Kabera, negociadora jefe de Ruanda.
Por otra parte, 28 países acordaron mantener el tema de la producción de plástico en la agenda de las negociaciones. “La ciencia es clara: debemos abordar en primer lugar los niveles insostenibles de producción de plástico si queremos acabar con la contaminación por plásticos a escala mundial”, declaró Christophe Bechu, ministro de Transición Ecológica francés.
Los esfuerzos por dirigir la producción se enfrentaron a la fuerte oposición de algunos países productores de productos petroquímicos, como Arabia Saudita y China, así como de grupos industriales que tuvieron una fuerte presencia en Ottawa.
Argumentaron que sería mejor dedicar el tiempo previo a la cumbre final de Busan a temas como la gestión de los residuos plásticos y el diseño de productos.
El principal negociador chino en Ottawa, Yang Xiaoling, afirmó que los países deberían centrarse en “temas no conflictivos”, como el rediseño de los productos de plástico para que utilicen menos plástico o sean más fáciles de reciclar. Pero los grupos ecologistas que observan las conversaciones temen que los compromisos políticos diluyan el poder del tratado.
“Los temas acordados (para seguir debatiendo) no abarcan toda la gama de cuestiones que están sobre la mesa ni todo el ciclo de vida del plástico”, afirmó Christina Dixon, responsable de la campaña sobre los océanos de la Agencia de Investigación Medioambiental.
Los delegados reunidos en Ottawa redujeron un “borrador cero” previo de 70 páginas a un documento de negociación que servirá de base para el borrador final que saldrá de Busan.