Por: Angélica Cerón, directora general de educación continua de UVM for Business
A raíz de la pandemia, los departamentos de RH asumieron un papel clave en la administración del cambio en las empresas. Mediante sus propias metodologías, promovieron la adopción del mindset digital y, a través de estrategias de gestión del talento, lograron cambios con programas de upskilling/reskilling para desarrollar el talento interno. Sin embargo, también es sabido que estos departamentos tuvieron ajustes importantes en su presupuesto debido a otras prioridades en las compañías. El tema es que, hoy, están reclamando su posición como líderes los procesos de evolución digital de las compañías.
Según el informe ‘The future of Jobs 2023’ del Foro Económico Mundial, existen dos obstáculos principales para la evolución de las empresas, de cara al 2030: en primer lugar, está la brecha en las habilidades digitales en los mercados laborales (59%) y, en segundo lugar, la dificultad para atraer talento (53.4%). En este punto, un concepto muy discutido y que es visto como una prioridad por los líderes de capital humano es el de: experiencia del colaborador.
Brindar una buena experiencia al colaborador implica lograr una mayor retención del talento, aumentar las garantías de contar con los skills necesarios y fortalecer la marca empleadora.
Capacitación del personal, elemento fundamental para adoptar la transformación digital
Pero ¿cómo pueden las compañías ayudar a cerrar la brecha en las habilidades digitales en los mercados laborales? La respuesta es sencilla pero el proceso puede ser complejo, sobre todo cuando se lleva a cabo de manera autónoma. Los negocios deben aumentar las garantías de contar con los skills necesarios, a través de los departamentos de RH, quienes son expertos en encarar el cambio y la transformación.
Según el más reciente Informe Anual de Evolución Digital de Needed, algunas de las iniciativas más destacables para mejorar la experiencia del colaborador están basadas en datos. Como la implementación de herramientas y sistemas para recolectar datos sobre la experiencia del empleado, con el objetivo de tener información actualizada y minuciosa sobre el grado de satisfacción de los colaboradores.
Otra iniciativa clave ha sido el desarrollo del talento. Contar con planes de upskilling y reskilling, basados en la educación continua de los colaboradoresfiguran como prioridad en los departamentos de RH. Esto, porque además de ayudar a cerrar la brecha digital entre generaciones de empleados, también juegan un papel clave en las estrategias de retención. Sobre todo, en el contexto actual de la mayor guerra de talento de todos los tiempos.
En resumen, la evolución digital de las empresas ha tenido un gran impacto en la manera de trabajar. Amplió las posibilidades de interacción, permitió la formación de equipos diversos, los modelos de trabajo flexible y la colaboración en línea. Pero la evolución no ha sido uniforme. Por ello es importante que las empresas comiencen a adoptar estrategias que los ayuden a fidelizar a sus colaboradores y a su vez les brinden las habilidades necesarias para hacer frente al futuro laboral. Además, de ello dependerá qué tan competitivas sean estas en sus propios mercados en los próximos 10 o 20 años.
