China

China planea reducir las emisiones de CO2 en sectores clave un 1% respecto a 2023

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Reuters.- China se propone reducir las emisiones de dióxido de carbono de industrias clave en una cantidad equivalente a aproximadamente el 1% del total nacional de 2023 mediante mejoras de la eficiencia en todos los sectores, desde la producción de acero hasta el transporte, según un plan gubernamental publicado el miércoles.

China, el mayor consumidor de energía y emisor de gases de efecto invernadero del mundo, también fijó un objetivo para que el crecimiento económico sea más eficiente desde el punto de vista energético, un paso en línea con el impulso del presidente Xi Jinping a las “nuevas fuerzas productivas”.

Así es el nuevo plan ambiental de China

Según el plan de acción del Gobierno, la economía china necesitará un 2,5% menos de energía por cada unidad de crecimiento del PIB en 2024. Propuso alcanzar ese objetivo impulsando cambios específicos en industrias como la de materiales de construcción y la petroquímica.

China no alcanzó su objetivo de intensidad energética el año pasado, y su deseo de reducir las emisiones y el consumo de energía suele estar reñido con la necesidad de impulsar el crecimiento económico y el nivel de vida.

Lauri Myllyvirta, investigador principal del Asia Society Policy Institute, afirmó que era posible que las emisiones de CO2 de China hubieran alcanzado su punto máximo en 2023, como reflejo del estancamiento del crecimiento de la demanda de petróleo y la expansión de la generación eólica y solar. El objetivo oficial de China sigue siendo que las emisiones de CO2 alcancen su punto máximo antes de 2030.

El plan repite el objetivo de que las fuentes de energía no fósiles representen en torno al 20% del consumo energético total de China en 2025, frente al objetivo de este año de alrededor del 18,9%. Según el plan, China controlará “estrictamente” el consumo de carbón, controlará “razonablemente” el consumo de petróleo y fomentará el uso de biocombustibles y combustible de aviación sostenible.

En cuanto al gas natural -que Pekín considera un puente para alcanzar su objetivo de neutralidad de carbono en 2060-, el plan aboga por acelerar el desarrollo de recursos como el gas de esquisto y el metano de lecho de carbón para impulsar el suministro nacional. El Gobierno también dará prioridad al uso del gas para la calefacción de los hogares en invierno.

Apuesta por las energía renovables

El plan prevé la construcción de complejos de energía renovable a gran escala y el desarrollo de la energía eólica marina, de modo que las fuentes de energía no fósiles representen alrededor del 39% de la generación total de electricidad en 2025, frente al 33,9% en 2020.

También dice que China aumentará del 5% al 10% el límite a la restricción de las energías renovables y prevé acelerar la construcción de líneas de transmisión de muy alto voltaje y modernizar la red para hacer frente a la restricción. La restricción consiste en frenar el exceso de electricidad renovable para mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda.

Algunas zonas se han enfrentado a crecientes tasas de restricción, ya que el aumento de la capacidad de energía renovable ha superado la capacidad del sistema de distribución y las baterías para utilizar o almacenar esa energía.

Albert Miao, responsable de investigación sobre la transición energética en Asia de Macquarie, afirma que la relajación de las normas de restricción podría dar lugar a 30 GW adicionales de nueva capacidad solar.

El plan también establece el objetivo de que China cuente con al menos 40 GW de almacenamiento de energía de nuevo tipo -en su mayor parte baterías- para finales de 2025, un 33% más que el objetivo anterior. En el primer trimestre de 2024, China tenía instalados 35,3 GW de capacidad de almacenamiento de energía nueva.

Según el plan, China suprimirá gradualmente las restricciones a la compra de vehículos de nueva energía en todo el país y concederá ayudas a este tipo de vehículos.

Además, según el plan, el gobierno controlaría la producción de metales, incluidos el cobre y el aluminio, al tiempo que permitiría el desarrollo de la producción de silicio, litio y magnesio, elementos utilizados en semiconductores y baterías. Asimismo, los organismos estatales “desarrollarán enérgicamente” el reciclaje de metales.

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