A lo largo de la historia, los políticos mexicanos han mencionado frases que se han quedado para la posteridad. El actual presidente ha pronunciado una serie de declaraciones peculiares a lo largo de su administración y la semana pasada dijo: “La justicia está por encima de los mercados”; esto en referencia a los fuertes movimientos que presentaron activos financieros mexicanos debido a que algunos miembros de Morena mencionaron que en septiembre se discutirán las reformas propuestas por el presidente y muy específicamente la reforma al Poder Judicial.
Si bien la frase es totalmente correcta pues nada ni nadie debe estar por encima de la justicia, podemos recordar otro dicho que mencionó: “no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”. Parecería que en ciertos momentos conviene defender a la justicia y las leyes existentes, mientras que en otros no tanto. Pero bueno, esas expresiones y otras se suman al registro del amplio ideario político de nuestro país.
Nos queda claro que en septiembre con la siguiente Legislatura se discutirán las reformas a la Constitución que presente el presidente y que, muy probablemente, se aprueben sin ningún cambio. Esto quedará registrado como como la última aportación del actual mandatario. El problema es que le está complicando el escenario a la presidenta virtual electa, sobre todo en la percepción de estabilidad financiera.
Los mercados y el tipo de cambio en medio de decisiones políticas
La actual administración ha utilizado al tipo de cambio como uno de los estandartes de la estabilidad financiera de México y es que durante esta administración el peso mexicano presentaba una apreciación cercana al 15% (hasta un día antes de las elecciones). Pero una vez que se dio a conocer que Morena tendrá mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, la paridad USD/MXN voló sin freno hasta alcanzar 18.65 el lunes 10 de junio. Lo anterior significa una depreciación de casi 10% en cuestión de una semana.
El mismo nerviosismo se observó en la bolsa mexicana. El lunes 3 de junio el IPC cayó 6.11%. El descenso relevante porque pocas veces el índice se ha desplomado con tal magnitud. La última vez que ocurrió fue en marzo de 2020 cuando la pandemia impactó a los mercados financieros globales. Anterior a eso, fue en septiembre y octubre de 2008 con caídas mayores al 6.0% en plena crisis financiera y un evento anterior sucedió en abril del 2000 con la crisis punto com. Para darnos una idea de la relevancia de la contracción en el mercado accionario mexicano; desde 1975 a la fecha, solo en 36 ocasiones el IPC ha llegado a caer más de 6.0%; esto representa solo el 0.30% de los días operativos y que deja muy en claro que caídas de tal magnitud son poco frecuentes.
Es un hecho que el ruido político seguirá impactando a los activos financieros mexicanos, aunque valdría la pena que la presidenta electa se reúna con el actual líder federal para que se pueda generar una transición tersa. No hay duda de que en septiembre se discutirán las reformas, pero es conveniente darle al mercado mexicano unos cuantos meses de tranquilidad. Sin duda alguna, la justicia está por encima de los mercados, pero no tiene caso generar distorsiones innecesarias en el corto plazo. Cierro esta participación con otra frase célebre: “Buena es la justicia si no la doblara la malicia”.