La Comisión Europea anunció que impondría aranceles provisionales a las importaciones de vehículos eléctricos chinos de hasta el 38.1%. La medida intenta proteger a la industria automotriz del bloque ante el sólido y rápido avance de los fabricantes de vehículos procedentes de China.
El organismo regulador de la política comercial de la Unión Europea (UE) dijo que las nuevas cargas impositivas entrarían en vigor en julio. Impondrá aranceles específicos por fabricante. Las unidades importadas de BYD estarán sujetas a un impuesto de 17.4%, las de Geely enfrentarán un 20% y para las de SAIC será del 38.1%. Otras empresas que cooperen con la investigación se enfrentarán a un arancel del 21% y las que no cooperen al 38,1%.
Los vehículos chinos en la mira de las autoridades europeas
La política se da a conocer en un momento en el que el interés por los autos eléctricos se mantiene en crecimiento en el mercado europeo. a Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA, por sus siglas en inglés) comunicó en octubre del año pasado que las ventas de vehículos totalmente eléctricos registraron un aumento interanual de 36.3% y las de híbridos casi un 39%.
Las autoridades de UE han expresado su preocupación sobre la participación que los autos chinos importados están ganando en el mercado. Afirman que esto supone riesgos para el negocio y prosperidad de los fabricantes locales.
En septiembre del año pasado, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, afirmó que el organismo estaba iniciando una investigación antisubsidio alrededor de los autos eléctricos chinos. Explicó que “con demasiada frecuencia nuestras empresas europeas se enfrentan a la competencia de actores extranjeros fuertemente subvencionados. Los mercados globales están inundados de automóviles eléctricos baratos de China” que se venden a precios bajos como consecuencia de “ingentes subsidios estatales”.