Reuters.- Si el presidente Joe Biden quiere sobrevivir a las presiones para que abandone su campaña de reelección tras su pobre actuación en el debate con Donald Trump, debe salir airoso de una serie de eventos en los próximos días.
A medida que aumentan los llamados de algunos correligionarios demócratas para que se haga a un lado y el apoyo se aglutina en torno a la idea de que la vicepresidenta Kamala Harris ocupe su lugar en las elecciones de noviembre, Biden necesita demostrar resistencia y agudeza mental a votantes y donantes.
El jueves, Biden recibirá a las familias en las festividades anuales del 4 de julio, Día de la Independencia, en la Casa Blanca, el viernes será entrevistado en ABC News y ese mismo día viajará a Wisconsin para un mitin de campaña con cientos de simpatizantes.
El domingo, Biden y su esposa Jill hablarán ante miles de personas en la Asociación Nacional de Educación de Pensilvania. La semana que viene recibirá a decenas de líderes mundiales en la cumbre de la OTAN en Washington y celebrará una conferencia de prensa en solitario. También ha concedido varias entrevistas radiofónicas.
Decenas de demócratas de la Cámara de Representantes están muy atentos, preparados para pedir a Biden que se haga a un lado si flaquea en la entrevista de la ABC, dijo una fuente a Reuters.
En una entrevista radiofónica con la emisora WURD emitida el jueves por la mañana, Biden habló de su trayectoria como presidente en favor de los afroamericanos. Tartamudeó ocasionalmente.
A la pregunta de si había alguna razón para que el pueblo estadounidense se preocupara tras su titubeante actuación en el debate de la semana pasada con Trump, Biden se mostró reticente.
“No, tuve un mal debate”, dijo, añadiendo que eso no debería borrar lo que ha hecho como presidente durante tres años y medio.
Recitó múltiples estadísticas sobre asuntos que van desde la financiación de los colegios y universidades históricamente negros hasta el alivio de los préstamos estudiantiles, al tiempo que reiteró sus argumentos contra Trump. “El tipo contra el que me presento es un delincuente convicto que es, que dijo que quiere ser un dictador desde el primer día. No es una broma, lo dice en serio”, dijo Biden.
La edad juega en contra de Biden
La ya tambaleante posición de Biden en los sondeos de opinión frente a Trump sufrió un ligero revés tras el debate de Atlanta, pero una nueva encuesta de Reuters/Ipsos mostró que Biden se acercó a Trump esta semana, una señal de que la contienda sigue siendo reñida.
Trump, de 78 años, y Biden tenían cada uno un 40% de apoyo entre los votantes registrados en la encuesta de dos días que concluyó el martes. Un sondeo previo de Reuters/Ipsos realizado el 11 y 12 de junio mostró a Trump con una ventaja marginal de 2 puntos porcentuales, 41% a 39%.
Biden tiene 81 años y cumplirá 86 cuando termine un eventual segundo mandato. Algunos de sus antiguos partidarios le piden que se haga a un lado para preservar su legado y reducir las posibilidades de una segunda presidencia de Trump.
En una entrevista con Earl Ingram del programa de radio “The Earl Ingram Show” el miércoles, Biden dijo que seguiría luchando. “Metí la pata, cometí un error. Son 90 minutos en el escenario. Miren lo que he hecho en los últimos tres años y medio”, afirmó.
Biden se reunió el miércoles en la Casa Blanca con un grupo de gobernadores demócratas para exponer sus argumentos. Algunos dijeron después a los periodistas que seguían a su lado.
“El presidente Joe Biden está en esto para ganar”, dijo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, a la prensa tras las conversaciones. Su homólogo de Maryland, Wes Moore, indicó que “sabemos que tenemos trabajo que hacer. Nos va a costar a todos conseguirlo”.
Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, cuyo nombre se baraja a menudo como alternativa a Biden, dijo en la red social X que está “totalmente de acuerdo” con Biden.