Reuters.- Las empresas petroleras y gasísticas de Texas reanudaron el martes sus operaciones tras el paso del huracán Beryl, que azotó el estado con vientos de 130 km/h, causó daños materiales y dejó sin electricidad a millones de personas.
Beryl tocó tierra a primera hora del lunes cerca de la ciudad costera de Matagorda. Algunas empresas energéticas cerraron sus operaciones antes de su llegada y los mayores puertos y canales de navegación de Texas cerraron sus puertas. Pero se espera que su impacto en la producción de petróleo y gas sea menor.
El martes, los puertos estaban a punto de reabrir y algunos productores e instalaciones estaban aumentando la producción después de reducir preventivamente el procesamiento. La lentitud en el restablecimiento del suministro eléctrico a hogares, empresas y clientes industriales limitaba las posibilidades de algunos.
Alrededor de 2,8 millones de clientes permanecían sin electricidad en Texas a última hora del lunes, según PowerOutage.us, incluidos unos 2 millones atendidos por el mayor proveedor del estado, CenterPoint Energy.
La cifra duplicaba con creces el número de clientes que se quedaron sin electricidad en mayo, cuando un fenómeno meteorológico con fuertes vientos azotó Houston. Se tardó más de una semana en resolver esos cortes en algunos barrios de la ciudad.
CenterPoint, que afirmó que el huracán provocó “cortes de electricidad generalizados”, advirtió a los clientes de que las interrupciones de suministro podrían durar varios días debido a la gravedad de la tormenta.
Fuertes lluvias por Beryl
Texas es el mayor estado productor de petróleo y gas de Estados Unidos, con un 40% de la producción de petróleo y un 20% de la de gas y es también un importante centro de transporte y refinado. Cualquier interrupción relacionada con el tiempo podría repercutir en los niveles de producción de crudo y combustible, así como en las importaciones y exportaciones.
Sin embargo, se esperaba que las inundaciones en las regiones de la ciudad disminuyeran a medida que el agua empezara a retroceder rápidamente tras las fuertes lluvias de Beryl, que superaron los 28 centímetros en algunas zonas al sur de Houston.
La mayoría de las refinerías de Houston y Texas City están diseñadas para mantener sus operaciones incluso en medio de fuertes lluvias, pero algunas de esas instalaciones, puertos y otras infraestructuras energéticas pueden desarrollar problemas por interrupciones sostenidas del suministro eléctrico, según los expertos.
Phillips comunicó el lunes que sus refinerías de Lake Charles (Luisiana) y Sweeny (Texas) disponían de electricidad y estaban operativas, mientras que Citgo Petroleum redujo temporalmente la producción durante el fin de semana en su planta de Corpus Christi, de 165.000 bpd. Formosa Plastics dijo el lunes que había cerrado temporalmente las operaciones en su planta de Point Comfort.
El puerto de Corpus Christi reabrió la navegación marítima el lunes por la tarde, pero el puerto de Houston comunicó que sus terminales permanecerían cerradas el martes tras realizar una evaluación preliminar de las instalaciones y sistemas.
Freeport, la tercera mayor instalación de gas natural licuado de EEUU, no ha facilitado información operativa actualizada desde que dijo que había reducido la producción el domingo.
Se espera que Beryl pierda fuerza gradualmente y se convierta en una depresión tropical, dijo el Centro Nacional de Huracanes de EEUU el lunes. La tormenta se desplazaba hacia el norte-noreste antes de acelerar su avance por la parte baja del valle del Misisipi hacia el valle de Ohio en los próximos días.
