Una actualización del sistema de ciberseguridad de la empresa CrowdStrike detonó un problema operativo en Windows de Microsoft. La falla está ocasionando inconvenientes en la operación de bancos, medios de comunicación y aerolíneas en todo el mundo. 

Durante las primeras horas de este viernes, CrowdStrike advirtió que su software “Falcon Sensor” había ocasionado un problema en Microsoft Windows. La actualización provocó que el programa se bloqueará y mostrará la llamada “pantalla azul de la muerte. se bloqueara y mostrará una pantalla azul. 

La compañía de Redmon ha dicho que el asunto se ha solucionado. George Kurtz, director ejecutivo de CrowdStrike, aseguró que la firma está “trabajando activamente con clientes afectados por un defecto encontrado en una única actualización de contenido para hosts de Windows”. Aclaró que “esto no es un incidente de seguridad ni un ciberataque”.

Se estima que más de la mitad de las empresas Fortune 500 utilizan los productos de ciberseguridad de CrowdStrike. La división de Microsoft Azure afirmó que estaba al tanto de la falla. “Anticipamos que se resolverá pronto”, comentó un portavoz de Microsoft.

Las principales aerolíneas de todo el mundo han suspendido vuelos y anunciado retrasos e interrupciones. Los bancos internacionales también informan sobre problemas en la ejecución de transacciones.  

Mercados reaccionan a las fallas de Microsoft

Los mercados bursátiles reaccionaron a la baja ante la caída masiva de los sistemas de Microsoft. Los futuros de las acciones estadounidenses experimentaron volatilidad a medida que se disipaban las preocupaciones por una interrupción global del sistema informático. Esta noticia trajo un alivio relativo a los inversores, quienes habían estado preocupados por el impacto potencial de esta interrupción en los mercados financieros. A medida que se calmaban estas inquietudes, Wall Street buscó recuperar el terreno perdido tras una sesión de liquidación que había afectado fuertemente al mercado el día anterior.

En particular, el índice Dow Jones, que había mantenido una racha de ganancias, rompió su tendencia alcista y sufrió una caída. Este movimiento fue parte de una venta masiva más amplia que también afectó significativamente al sector tecnológico. Las acciones tecnológicas, que habían sido un pilar fuerte durante las subidas del mercado, vieron una caída notable, contribuyendo al sentimiento general de incertidumbre entre los inversores.

La recuperación de Wall Street no se esperaba que fuera inmediata, ya que los inversores seguían evaluando las posibles repercusiones de la interrupción informática global y su impacto en diferentes sectores económicos. Además, la incertidumbre en torno a los desarrollos futuros continuó alimentando la cautela en el mercado.