Banco Azteca presentó una demanda formal en Estados Unidos en contra de usuarios de Google, Meta y X. La entidad acusa que los ciertos suscriptores de estos servicios digitales emprendieron una campaña de desinformación que ha causado pérdidas millonarias para su negocio. Los presuntos ataques, según la institución financiera, han sido perpetrados por usuarios, en su mayoría anónimos, que utilizan las redes sociales para difundir información falsa.
A principios de año, Banco Azteca anunció en un comunicado que emprendería acciones legales contra aquellos que estuvieran realizando campañas de “terrorismo financiero” en su contra a través de redes sociales. La entidad afirma que la aparente práctica resultó en la pérdida del 7% de sus depósitos, lo que equivale a aproximadamente 800,000 cuentas y 1,000 millones de dólares. Esta cifra se detalla en el documento presentado por la empresa ante un tribunal del estado de California, Estados Unidos.
Las cuentas demandas por Banco Azteca
Banco Azteca señala a varias cuentas y usuarios específicos que han generado y difundido contenido falso. Entre ellos, menciona a los perfiles identificados como @catrina_nortena, la cuenta de YouTube “El Chapucero @NachoRgz” y las cuentas de Facebook y X de Nacho Rodríguez. Otras cuentas implicadas son @RedAMLOmx, cuya identidad del operador es desconocida, @AntiTelevisaMx5 y @varamburucano, esta última perteneciente al comunicador Víctor Aramburu.
La demanda de Banco Azteca fue presentada ante el Tribunal de Distrito Norte de California en Estados Unidos y es una Autorización del Descubrimiento para Uso en Procedimiento Extranjero. Este tipo de procedimiento permite a una parte obtener pruebas en Estados Unidos para utilizarlas en un proceso legal en otro país.
Este caso destaca el impacto que puede tener la desinformación en las redes sociales sobre instituciones financieras y subraya la creciente preocupación de las empresas respecto al contenido que circula en estas plataformas. Banco Azteca busca con esta acción legal no solo resarcir las pérdidas económicas sufridas, sino también enviar un mensaje contundente sobre las consecuencias de difundir información imprecisa o engañosa en redes sociales.
