El Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) de México, compuesto por instituciones del sector salud, ha publicado un aviso epidemiológico para mpox. El objetivo principal de esta alerta es instar a las unidades médicas del país a mantener una vigilancia constante y notificar de manera inmediata cualquier caso probable del virus. De esta manera, se busca reducir al máximo las cadenas de contagio y garantizar que las personas afectadas reciban atención médica oportuna.
El aviso de Conave destaca la importancia de seguir estrictamente las acciones de vigilancia epidemiológica, conforme a la normativa vigente, para poder detectar y contener la dispersión de mpox en territorio nacional. En este contexto, se retoman las definiciones operacionales de caso probable, confirmado y descartado, basándose en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se detallan las acciones que deben seguir los profesionales de la salud ante la identificación de un posible caso.
Hasta el 3 de agosto de 2024, el Sistema de Vigilancia Epidemiológica ha reportado 212 casos probables de mpox, de los cuales 49 han sido confirmados en 11 entidades federativas. Todos los casos analizados en México han sido de la variante clado II, sin que se haya identificado la nueva variante clado 1b.
El plan de México para responder al mpox
El Plan de Respuesta para el manejo de mpox en México incluye acciones de coordinación nacional, participación comunitaria, diagnóstico, vigilancia epidemiológica, atención integral y comunicación de riesgos. Este plan se actualiza conforme a las necesidades de la ESPII y se activa ante el aviso epidemiológico emitido por Conave.
La población puede contactar la línea telefónica 5519469772 o el correo electrónico censida@salud.gob.mx en caso de sospecha de mpox y para recibir orientación sobre unidades de atención médica.
La OMS ha declarado el reciente brote de mpox (anteriormente conocida como viruela símica) como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII). La situación involucra una variante diferente a la observada en 2022, plantea un riesgo significativo de propagación global, lo que ha motivado a la OMS a exhortar a los Estados miembros a mantenerse vigilantes y preparados, particularmente en regiones como las Américas y el Caribe, donde la introducción de esta variante podría tener consecuencias graves.