Reuters.- Una tripulación de cuatro personas a bordo de una cápsula de SpaceX comenzó el jueves la primera caminata espacial privada del mundo, cuando un astronauta salió de la nave Crew Dragon con una cuerda de sujeción hacia el vacío del espacio, a cientos de kilómetros de la Tierra.
El multimillonario Jared Isaacman, de 41 años, salió primero sobre las 1052 GMT. Tras su regreso unos minutos más tarde, la ingeniera de SpaceX Sarah Gillis, de 30 años, debía tomar su turno en el espacio, con todas sus maniobras transmitidas en directo en la página web de la compañía.
“En casa tenemos mucho trabajo por hacer, pero desde aquí la Tierra parece un mundo perfecto”, dijo Isaacman tras salir de la nave, con el planeta brillando en penumbra bajo sus pies.
Antes de comenzar el paseo espacial, la cápsula fue completamente despresurizada, y toda la tripulación dependía de sus delgados trajes espaciales desarrollados por SpaceX para obtener oxígeno, suministrado a través de una conexión umbilical a Crew Dragon.
El paseo espacial estaba programado para durar sólo unos 30 minutos, pero los procedimientos para prepararlo y terminarlo con seguridad duraron unas dos horas. El objetivo era probar, entre otras cosas, los nuevos diseños de los trajes espaciales y los procedimientos para la cápsula.
Isaacman, Gillis, Scott Poteet, de 50 años, teniente coronel retirado de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, y la ingeniera de SpaceX Anna Menon, de 38 años, habían estado orbitando la Tierra a bordo de Crew Dragon desde el lanzamiento el martes antes del amanecer desde Florida de la misión Polaris Dawn. Menon y Poteet permanecieron en el interior de la nave durante el paseo espacial.
Se trata de la última y más arriesgada apuesta de la empresa dirigida por Elon Musk para ampliar los límites de los vuelos espaciales comerciales.
Isaacman, piloto y multimillonario fundador de la empresa de pagos electrónicos Shift4, financia la misión, al igual que hizo con su vuelo Inspiration4 con SpaceX en 2021. Se ha negado a decir cuánto está pagando, pero es probable que las misiones cuesten cientos de millones de dólares, basándose en el precio de Crew Dragon de unos 55 millones de dólares por asiento para otros vuelos.