La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha lanzado un llamado urgente para abordar los impactos inminentes de La Niña, uno de los fenómenos climáticos más severos de este año.
Este evento se caracteriza por el enfriamiento de las aguas del Pacífico central y oriental y podría tener consecuencias devastadoras, especialmente en la seguridad alimentaria mundial. La FAO advierte que es necesaria una “acción mundial inmediata” para mitigar los efectos de este fenómeno.
En respuesta a la amenaza, la FAO ha elaborado un ‘Plan de Acción Anticipatoria’ para proteger a millones de personas en riesgo. Este plan detalla las acciones esenciales de anticipación y las respuestas tempranas, con el objetivo de salvaguardar los medios de vida de las comunidades rurales en alto riesgo y mitigar los efectos negativos en la agricultura y la producción de alimentos.La organización destaca que este enfoque busca actuar antes de que las amenazas se materialicen, y proporcionar asistencia inmediata en aquellos casos donde los impactos de La Niña sean inevitables.
Las regiones más afectadas por La Niña
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), La Niña afectará al planeta durante la segunda mitad de este año, tras el impacto del fenómeno El Niño, que ya ha perjudicado a más de 60 millones de personas en todo el mundo. La Niña podría traer lluvias superiores a la media en regiones como el norte de Sudamérica, América Central, el Caribe, el Cuerno de África, el Sahel y partes del suroeste y sureste asiático.
El plan de la FAO tiene un enfoque proactivo basado en riesgos, diseñado para que las familias vulnerables reciban apoyo antes de que los peligros sean inminentes. Además, busca adoptar un enfoque flexible que permita reasignar recursos según las condiciones evolucionen.
El cambio climático ha intensificado la frecuencia y el impacto de fenómenos como La Niña y El Niño. Aunque el último episodio de La Niña (2020-2023) fue inusualmente largo, no evitó el aumento general de temperaturas globales, con los últimos nueve años siendo los más cálidos desde que se tiene registro.