Muchas personas piensan que el mercado de valores es muy complejo, pero hay que recordar que no deja de ser un mercado y que, por lo tanto, se rige por las fuerzas de oferta y demanda. La regla básica es que cuando la demanda aumenta, el precio tiende a subir y, de manera contraria, cuando la oferta aumenta el precio baja; ceteris paribus. Esto lo menciono porque observamos que los inversionistas extranjeros siguen retirando recursos de activos mexicanos. En semanas anteriores hablamos de la salida de recursos de la bolsa; pero esta situación también se presenta en instrumentos de renta fija.
Para el mes de agosto, se registra un saldo total en la posición de no residentes en valores gubernamentales por 91,086 millones de dólares; el concepto que más interesa son los bonos ya que representan el 77% de la posición total de los extranjeros y son los que reflejan, en mayor medida, el interés de los inversionistas por mantener sus recursos en activos mexicanos. Para el mes en cuestión, el saldo en bonos por parte de no residentes asciende a 69,949 mdd., lo que representa la cifra más baja desde diciembre de 2022. Dicha cifra representó una caída de 13% anual y ya se acumulan tres meses de caídas anuales consecutivas, siendo julio y agosto contracciones de doble dígito.
Es muy claro que, desde las elecciones en nuestro país, los inversionistas extranjeros han estado sacando recursos de los instrumentos de renta fija y variable.
Ahora bien, mencionábamos que la oferta y demanda sobre un activo influye en el precio; en este caso podemos observar que la salida de recursos, principalmente del mercado de renta fija se correlaciona con la depreciación del peso mexicano el cual ha perdido 14% desde las elecciones. El proceso es muy sencillo de entender: aquellos inversionistas extranjeros tuvieron que comprar pesos mexicanos para poder adquirir bonos, esto apreció al MXN por algún tiempo; la tendencia ha cambiado y algunos inversionistas ahora tienen que vender los pesos para regresar los recursos a sus mercados de origen.
Los factores son diversos, pero podemos destacar a nivel local: 1) nerviosismo que se genera por las reformas propuestas todavía por el gobierno anterior. 2) mayor déficit para este y el siguiente año. 3) inicio del ciclo de recortes en la tasa de referencia. Entre los factores internacionales que destacan esta el aumento de la tasa en Japón que provocó un cambio de flujos considerable en agosto; también se puede mencionar un proceso de fly to quality el cual es lento, pero que está presente.
La tenencia de bonos por extranjeros tiene que ver con la tasa de interés que paga el país receptor, pero también por las expectativas sobre la estabilidad económica, política y social; si alguno de estos conceptos comienza a deteriorarse, se presenta la salida de flujos y más en la actualidad en donde es prácticamente sencillo llevar el dinero de un país a otro. En México se alcanzó un máximo en la tenencia de bonos por extranjeros entre el 2017 y 2020 cuando la cifra rebasó los 100,000 millones de dólares. Actualmente estamos muy lejos de esos niveles y por las condiciones internacionales, parecería que esta tendencia no va a cambiar en el corto plazo.