En marzo de este año celebrábamos que la tenencia de no residentes en títulos de renta variable alcanzaba un máximo histórico en 194,875 millones de dólares (mdd). El gusto duró poco y es que, en la segunda mitad del año la tendencia ha sido totalmente de caídas a tal grado que para octubre la posición de extranjeros en títulos de renta variable fue de 141,435 mdd., lo que representa un mínimo desde octubre de 2022.
El desempeño de la posición de extranjeros coincide, en gran medida, con los movimientos del mercado accionario en general; se sabe de la influencia que tienen los extranjeros sobre el comportamiento del mercado local desde hace varios años; un ejemplo de esto es que cuando es feriado en EUA el mercado accionario mexicano opera solo el 15 o 20% de la operatividad promedio diaria. En el primer trimestre del año el IPC alcanzó un máximo histórico cerca de las 59,000 unidades (justo cuando la tenencia de extranjeros se ubicaba en máximos); pero al momento de escribir este artículo el IPC se ubica en mínimos que no se veían desde noviembre del año pasado en alrededor de las 50,100 unidades, esto coincide con la fuerte caída en la tenencia de extranjeros.
Lo peligroso es que la tendencia se mantenga y que los extranjeros continúen retirando recursos, pues eso implicaría que la caída en el mercado accionario mexicano se extendería incluso por debajo de las 50,000 unidades. El panorama no es halagüeño y el ejemplo claro es el cambio en la perspectiva de la calificación por parte de Moody´s que pasó de estable a negativa. Esto implica que, si las condiciones empeoran o se mantienen en el lapso de un año, la calificación pudiera recortarse. Entre los motivos del cambio de perspectiva se encuentra el debilitamiento institucional que impactaría aspectos económicos y fiscales. A esto se suma el gran peso de la deuda para solventar los programas gubernamentales y la carga que representa PEMEX. Esta agencia de calificación revisó a la baja la expectativa de crecimiento económico para México a 1.5% en este 2024 y 1.3% para 2025, siendo los crecimientos más bajos en comparación de sus pares de América Latina.
Que quede claro, en el segundo semestre se ha presentado una salida masiva de flujos de extranjeros; ya lo vimos por el lado de títulos de renta variable, pero también se presenta en los títulos de renta fija, la posición de no residentes en bonos para los meses de agosto y septiembre de este año, alcanzan mínimos que no se veían desde finales de 2022. De hecho, ya se acumulan cuatro meses de caídas anuales consecutivas.
Tanto la tenencia en títulos de renta variable como en bonos, refleja la confianza que tienen los inversionistas extranjeros sobre la actividad económica y de negocios en México y es que son inversiones pensadas en el largo plazo. Desafortunadamente esa confianza se ha deteriorado de manera significativa en esta segunda mitad del año. Lo peor de todo es que se plantea poco probable que esta situación se revierta.