Reuters.– Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), expresó su preocupación ante las posibles consecuencias de una guerra comercial global, enfatizando que este escenario “no beneficia a nadie”. En una entrevista con el Financial Times, Lagarde señaló que una escalada en la imposición de aranceles, especialmente por parte de Estados Unidos, tendría efectos negativos no solo para los países directamente involucrados, como Europa y EE. UU., sino para la economía mundial en su conjunto.
“Esto induciría una reducción global del PIB“, subrayó la presidenta del BCE, quien advirtió que las políticas proteccionistas y los conflictos comerciales a gran escala son perjudiciales tanto a corto como a largo plazo. Según Lagarde, estas medidas afectan el crecimiento económico global y tienen un impacto adverso en la estabilidad y cooperación internacionales.
El debate sobre los aranceles ha cobrado relevancia en los últimos meses, en medio de tensiones entre grandes economías que buscan proteger sus mercados internos. Sin embargo, Lagarde insistió en que estas estrategias, aunque puedan parecer beneficiosas en el corto plazo para ciertos sectores, terminan erosionando la confianza empresarial, limitando la inversión y ralentizando el comercio global.
El BCE aboga por la estabilidad económica mundial
La advertencia de Lagarde llega en un momento crítico, con las principales economías enfrentando desafíos económicos significativos, desde el endurecimiento de las políticas monetarias hasta las incertidumbres geopolíticas. En este contexto, la presidenta del BCE abogó por la cooperación y el diálogo como mecanismos esenciales para evitar un mayor deterioro del panorama económico mundial.
El llamado de Lagarde refuerza las preocupaciones expresadas por otros líderes internacionales sobre el impacto de los aranceles y las medidas proteccionistas en la recuperación económica global. En un mundo cada vez más interconectado, sostuvo, las políticas aislacionistas solo agravan los desafíos comunes, como el cambio climático, la inflación y las crisis sociales.
Con su intervención, la presidenta del BCE busca destacar la importancia de encontrar soluciones conjuntas y sostenibles, priorizando el crecimiento inclusivo y la estabilidad económica mundial.