Revolución tecnológica en el campo mexicano

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Con ventas por 5 mil 874 millones de dólares, las exportaciones agroalimentarias de México marcaron un récord en 2023, y las cifras del año en curso anticipan que el dinamismo continuará porque hasta septiembre se reportaron 40 mil millones de dólares, el tercer sector más valioso en cuanto a exportaciones en México

Y este dinamismo del campo no hubiera sido posible sin las innovaciones tecnológicas que contribuyen decididamente al aumento de la productividad y eficiencia del campo. Además, permiten un uso más racional de todos los recursos contribuyendo a la sustentabilidad del sector. 

En algunos casos pareciera una película de ciencia ficción, pero el uso de drones para el monitoreo y vigilancia de los cultivos, registro y análisis de datos, sensores para medir la humedad, y sistemas de riesgos de precisión, serán herramientas cada vez más comunes en los campos del país, y permitirán anticipar las condiciones climatológicas, control de plagas, rotación de cultivos, estado de salud de los suelos, y muchos otros elementos que apoyen la toma de las mejores decisiones para los productores del campo.

Pero los beneficios no sólo se concentran en el campo porque las herramientas tecnológicas ayudan a los productores a solucionar problemas en la industrialización, comercialización, logística y las propias exportaciones.

Y el sector financiero consciente de esta transformación, por ejemplo, Banco Sabadell en México desde sus inicios ha jugado un papel clave en el impulso del sector agro en el país, financiando múltiples proyectos que al cierre de 2023 consolidaron una cartera de más de 14 mil millones de pesos, con un crecimiento promedio anual de 10% en los últimos cinco años.

Este esfuerzo se ha enfocado en segmentos de alto valor como hortícola, proteína animal y frutales, entre otros, respondiendo a las necesidades específicas de los productores mexicanos. Gracias a su experiencia y enfoque consultivo, el banco se ha convertido en un asesor confiable, proporcionando soluciones financieras que permiten a las empresas del sector seguir creciendo, evitar rezagos y fortalecer su capacidad productiva, asegurando así su permanencia y competitividad en un entorno dinámico y en constante evolución.

Y, por último, un elemento adicional de la modernización del campo es la inteligencia artificial, que está consolidándose como una plataforma para diseñar múltiples aplicaciones para aumentar la productividad del campo en todos los niveles de extensión como una muestra clara de la democratización de la tecnología en el campo mexicano.