El crecimiento del empleo en Estados Unidos mostró una notable recuperación en noviembre tras verse afectado por eventos como huracanes y huelgas en octubre. Según el Departamento de Trabajo, las nóminas no agrícolas aumentaron en 227,000 puestos el mes pasado, muy por encima de los 36,000 empleos añadidos en octubre. Este repunte, sin embargo, no necesariamente implica un cambio sustancial en las condiciones del mercado laboral, que permanece en desaceleración.

Los economistas sugieren promediar las cifras de octubre y noviembre, dadas las distorsiones causadas por factores extraordinarios, como los huracanes Helene y Milton, y una huelga en las fábricas de Boeing. Además, el proceso de recopilación de datos enfrentó limitaciones: la tasa inicial de respuesta a la encuesta de nóminas fue del 47.4%, la más baja desde 1991 y muy por debajo del promedio del 69.2% registrado en los últimos cinco años para el mismo periodo.

Debilidad en el mercado laboral en Estados Unidos

A pesar del repunte en las nóminas, otros indicadores reflejan un mercado laboral debilitado. La tasa de desempleo aumentó al 4.2%, tras dos meses consecutivos en el 4.1%. Los ingresos medios por hora crecieron un 0.4% en noviembre, manteniendo el mismo ritmo que en octubre, con un aumento anual del 4%.

Este contexto ha llevado a los mercados financieros a estimar con un 72% de probabilidad que la Reserva Federal recorte nuevamente las tasas de interés en 25 puntos básicos durante su reunión de política monetaria los días 17 y 18 de diciembre. La Fed ya ha reducido las tasas en 75 puntos básicos desde septiembre, situándolas en un rango actual de 4.5%-4.75%.

Aunque el reciente repunte en el empleo podría interpretarse como una señal positiva, los expertos insisten en que las cifras reflejan ajustes temporales y no una mejora estructural en el mercado laboral. Este escenario refuerza la expectativa de que la Fed continuará su ciclo de relajación para estimular la economía en un entorno de moderación económica.