La inteligencia artificial generativa (GenIA) está transformando el mercado laboral de los países de la OCDE, generando diferencias regionales significativas. Según el informe Creación de empleo y desarrollo económico local 2024, publicado por esta entidad, el 26% de los trabajadores en los países miembro ya están expuestos a esta tecnología, capaz de acelerar en al menos un 50% el desarrollo de tareas específicas.

El impacto de la GenIA es más evidente en las zonas urbanas, donde afecta al 32% de los empleados, en comparación con el 21% en áreas rurales. Las ciudades, con mayor concentración de sectores como educación, tecnologías de la información y finanzas, experimentan una transformación laboral acelerada, pero también se benefician más en términos de productividad y desarrollo económico. En contraste, las áreas rurales, con menos acceso a estas tecnologías, enfrentan desafíos para adaptarse al cambio.

La GenIA, a diferencia de tecnologías de automatización anteriores, se enfoca en tareas cognitivas no rutinarias, afectando principalmente a empleos altamente calificados. Herramientas como ChatGPT o Gemini están redefiniendo roles en las grandes urbes, afectando de manera desproporcionada a trabajadores especializados y mujeres.

IA y su impacto en el empleo

Sin embargo, el informe señala que este cambio no implica una pérdida masiva de empleos. Por el contrario, la automatización puede generar nuevas oportunidades laborales y aumentar la productividad. Un incremento del 10% en los empleos altamente automatizables podría mejorar el desempeño laboral en un 5.6% en cinco años.

A pesar de los beneficios, los autores advierten que los nuevos empleos creados no siempre benefician a quienes perdieron sus trabajos debido a la automatización. Para mitigar este riesgo, la OCDE recomienda alianzas entre gobiernos, empresas y sociedad civil que garanticen una transición justa. Además, enfatiza la importancia de la capacitación y acceso a estas tecnologías para incluir a poblaciones tradicionalmente marginadas, como personas con discapacidades o trabajadores menos calificados.

La inteligencia artificial generativa es vista como una herramienta clave para enfrentar retos como la escasez de mano de obra y el envejecimiento poblacional, siempre que se priorice la equidad en su implementación.