Los Reyes Magos han llegado y muchos niños han recibido juguetes inteligentes con funciones que fomentan el aprendizaje, el entretenimiento y el desarrollo cognitivo. Pese a ello, como ocurre con todos los dispositivos electrónicos, también traen consigo riesgos significativos para la privacidad y seguridad de los más pequeños.
Aunque estos juguetes son herramientas útiles en la mayoría de los casos, si no se utilizan adecuadamente, pueden ser una puerta abierta para los ciberdelincuentes, quienes pueden acceder a datos personales y otra información sensible. Diversos estudios han alertado sobre las vulnerabilidades de algunos de estos dispositivos, como la falta de cifrado adecuado en los datos que recogen o el requerimiento de permisos excesivos por parte de las aplicaciones asociadas, tal como señala Eva María López, responsable de comunicación en ciberseguridad para Sociedad y PYMES de S2 Grupo, en una declaración retomada por EuropaPress.
Uno de los incidentes más recientes involucró un robot inteligente para niños, cuyo sistema, si no se actualizaba a la última versión, permitía a los ciberdelincuentes realizar videollamadas no autorizadas, robar cuentas de usuario o incluso modificar el software del dispositivo. Este tipo de vulnerabilidad subraya la importancia de estar atentos a la seguridad de estos productos.
Consejos de ciberseguridad alrededor de juguetes inteligentes
Para proteger la privacidad y la seguridad de los niños, los expertos recomiendan tomar varias precauciones. En primer lugar, es fundamental elegir marcas confiables, basándose en reseñas de otros usuarios y verificando si el fabricante ofrece actualizaciones de seguridad regulares. También es crucial cambiar las contraseñas predeterminadas que vienen con el dispositivo para evitar que los atacantes accedan fácilmente.
Además, se debe revisar la configuración del juguete y desactivar todas las funciones innecesarias, como cámaras o micrófonos, especialmente cuando no se están utilizando. Lo más recomendable es apagar completamente el dispositivo cuando no esté en uso, en lugar de dejarlo en reposo, para prevenir que los ciberdelincuentes exploten cualquier oportunidad de acceder al dispositivo.
Tomando estas precauciones, los juguetes inteligentes pueden ser una opción divertida y educativa sin comprometer la seguridad ni la privacidad de los niños.