El Gobierno de Israel y el grupo paramilitar Hamás han llegado a un acuerdo de alto al fuego que busca detener el conflicto en la Franja de Gaza. Este pacto contempla una pausa inicial de seis semanas, la liberación de decenas de rehenes, el retorno de desplazados a sus hogares y el acceso a ayuda humanitaria.
El acuerdo, confirmado por funcionarios estadounidenses y representantes de Hamás, aún necesita la ratificación del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo cual se espera ocurra en las próximas horas. De ser aprobado, la tregua comenzará esta semana.
Basem Naim, alto funcionario de Hamás, aseguró que el grupo ha asumido una postura de responsabilidad ante las necesidades del pueblo palestino:
“El movimiento busca detener la agresión sionista, las masacres y el genocidio al que se enfrenta nuestra gente en Gaza”.
El acuerdo incluye la liberación de 33 rehenes capturados por Hamás durante los atentados del 7 de octubre de 2023, mientras que Israel se compromete a liberar a cientos de prisioneros palestinos. No obstante, queda pendiente definir si Israel retirará completamente sus tropas de Gaza, una condición clave para garantizar la liberación de todos los cautivos.
Estados Unidos reacciona al acuerdo en Gaza
Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, celebró el avance en sus redes sociales, atribuyendo el mérito a su reciente victoria electoral: “Este acuerdo solo pudo lograrse con nuestra histórica victoria. Mi gobierno garantizará la paz y la seguridad de nuestros aliados”.
Por su parte, el presidente Joe Biden destacó el papel de la diplomacia estadounidense en las negociaciones. Según Biden, este plan fue diseñado en mayo de 2024 y aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. En la primera fase, se liberarán los rehenes estadounidenses y palestinos, mientras que las personas desplazadas podrán regresar a sus hogares.
Biden subrayó la importancia de las siguientes etapas del pacto, que incluyen la salida de las fuerzas israelíes de Gaza y la reconstrucción de la región. “Hoy es un día de esperanza para Gaza y su gente. Este acuerdo permitirá que las familias recuperen sus hogares y que las comunidades comiencen a sanar”.
Aunque el pacto representa un avance histórico, persisten desafíos relacionados con la estabilidad regional y la reconstrucción de Gaza tras meses de enfrentamientos que han devastado la región. Este acuerdo marca un primer paso hacia un cese permanente de las hostilidades en una de las zonas más afectadas por la violencia en Oriente Medio.