Reuters.- Altos cargos chinos y ciudadanos de a pie se muestran esperanzados pero en vilo ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, deseosos de evitar que se repita la cruenta guerra comercial que abrió una brecha entre las superpotencias económicas durante su primer mandato.
El vicepresidente chino, Han Zheng, en reuniones con el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, y otros miembros de la comunidad empresarial estadounidense en Washington antes de la toma de posesión de Trump, dijo que esperaba que las empresas estadounidenses “echaran raíces” en China y ayudaran a estabilizar las relaciones bilaterales, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
En su primer mandato, Trump impuso aranceles a más de 300.000 millones de dólares de importaciones chinas. En los últimos meses, ha dicho que añadiría aranceles de al menos el 10% además de lo que ya se impone a los productos chinos, una medida que perjudicaría a China en un momento en que su economía está luchando por encontrar un equilibrio firme.
Al mismo tiempo, el presidente electo de Estados Unidos dio un paso aparentemente conciliador al invitar al presidente chino, Xi Jinping, a asistir a su toma de posesión el lunes. Xi envió a Han en su lugar, un gesto de buena voluntad dado que China estuvo representada solo por su embajador en las dos anteriores inauguraciones presidenciales estadounidenses.
Relaciones entre China y Estados Unidos ante la próxima presidencia de Trump
En su reunión del domingo, Han dijo a Musk, nombrado por Trump para dirigir un departamento destinado a crear un Gobierno estadounidense más eficiente, que “daba la bienvenida a Tesla y a otras empresas estadounidenses” para que participaran en los beneficios del desarrollo de China y contribuyeran a las relaciones entre China y Estados Unidos.
La reunión del vicepresidente con las empresas estadounidenses estuvo presidida por el consejero delegado de FedEx, Rajesh Subramaniam, por parte estadounidense, e incluyó a los responsables de ocho empresas estadounidenses de diversos sectores, como tecnología, banca y logística, según un ejecutivo estadounidense presente en la sala, que añadió que la reunión superó el tiempo previsto y fue muy cordial.
“(Han Zheng) es visto como alguien, debido a su tiempo en Shanghái, que entiende las preocupaciones de la comunidad empresarial extranjera, entiende la economía”, dijo a Reuters en Pekín Michael Hart, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en China.
Xi y Trump se mostraron optimistas tras hablar por teléfono el viernes: Trump calificó la llamada de “muy buena” y Xi dijo que tanto él como Trump esperaban un comienzo positivo para las relaciones entre Estados Unidos y China.