Cualquier inversionista debe ser consciente que el desempeño de los activos financieros es un juego de flujos; como cualquier mercado, la evolución del precio depende de las fuerzas de oferta y demanda. Si llevamos esta lógica a nivel internacional, el desempeño de una bolsa de valores dependerá de los flujos y, por lo tanto, de la expectativa que se tengan para que un país genere rentabilidad a los inversionistas.
Lo anterior lo podemos confirmar con el desempeño de la Bolsa en México durante el 2024, el IPC medido en dólares perdió poco más del 30%, siendo una de las bolsas con las mayores pérdidas del año pasado. Los motivos de este desempeño se han reiterado en diversos artículos y documentos de análisis, por lo que no tiene caso repetirlos, pero al final del día provocaron que México no se considerara un destino atractivo para las inversiones en bolsa.
La caída en el valor de acciones mexicanas coincide con la fuerte salida de flujos de inversionistas extranjeros, la posición de no residentes en títulos de renta variable a diciembre fue de 131,647 millones de dólares, siendo el menor nivel desde diciembre 2020. Algo curioso es que apenas en marzo de 2024 celebrábamos que la tenencia de extranjeros alcanzaba un máximo histórico en 194,875 mdd. Gran parte del primer semestre de 2024 la tenencia se mantenía cercana a los máximos alcanzados entre 2012 y 2013.
Desafortunadamente el ánimo cambió drásticamente para el segundo semestre lo que provocó caídas consecutivas en dicha tenencia; en pocas palabras, los inversionistas extranjeros sacaron fuertes recursos de la bolsa mexicana. Desde junio se registró una caída consecutiva en la tenencia de extranjeros a tal grado que, para diciembre 2024, la caída anual fue del 30%, siendo el desplome más profundo en este indicador desde el impacto por la pandemia en 2020.
En todo 2024 se registró una salida de flujos netos por 5,304.6 millones de dólares, siendo la mayor salida de recursos en un año desde 2011. Desde finales de 2019 la tendencia de largo plazo en los flujos de extranjeros se tornó negativa.
La respuesta más sencilla para explicar cuando un mercado cae es que se están saliendo flujos de dicho activo o de cierto país y fue justamente lo que sucedió en el segundo semestre de 2024. La velocidad con la que salieron esos flujos refleja la preocupación sobre las expectativas de rentabilidad y es que el desempeño de la Bolsa mexicana contrasta totalmente con el buen desempeño de la mayoría de las bolsas en el mundo.
Veremos si para 2025 la dinámica de los flujos cambia y los extranjeros vuelven a ver a México como un destino atractivo para las inversiones, aunque la realidad es que todavía se perciben nubarrones en el escenario.