Apple ha anunciado “su mayor compromiso de inversión” en Estados Unidos. La firma planea destinar más de 500,000 millones de dólares en el país durante los próximos años para instalar una nueva fábrica de servidores en Texas, duplicar el Fondo de Manufactura Avanzada, establecer una academia de manufactura y acelerar su investigación en inteligencia artificial (IA) e ingeniería de silicio.
“Estamos encantados de ampliar nuestro apoyo a la manufactura local. Seguiremos trabajando con personas y empresas de todo el país para ayudar a escribir un nuevo capítulo extraordinario en la historia de la innovación estadounidense”, afirma Cook.
El paquete de inversión contempla la construcción de una planta de fabricación de servidores de IA en Houston, Texas. El propósito es garantizar la infraestructura de hardware necesaria para dar soporte a las funciones de IA de la empresa. El complejo tendrá una extensión de 23,000 metros cuadrados y su inauguración se tiene prevista para 2026.
Apple se blinda contra los aranceles de Trump
La empresa también tiene previsto duplicar los recursos de su Fondo de Fabricación Avanzada en Estados Unidos, una iniciativa que busca impulsar la formación de especialistas cualificados. El reciente compromiso aumentará el fondo de 5,000 millones a 10,000 millones de dólares.
En lo que respecta a investigación y desarrollo, Apple espera contratar a 20,000 especialistas en ingeniería de silicio, desarrollo de software e inteligencia artificial y aprendizaje automático. La firma además espera establecer la Apple Manufacturing Academy en Detroit, un instituto de aprendizaje enfocado a optimizar la productividad, la eficiencia y la calidad en las cadenas de suministro de las pequeñas y medianas empresas.
El plan de inversión de Apple ha sido leído como una respuesta los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump que han desatado disputas entre Estados Unidos y múltiples países como China, México y Canadá.
Apple ha enfrentado una caída en las ventas del iPhone durante varios años, y el nuevo régimen fiscal implementado por el Gobierno de Estados Unidos podría complicar aún más sus esfuerzos por impulsar la comercialización de su icónico smartphone. Según un análisis del Bank of America, la compañía tendría que incrementar el precio de sus dispositivos en un 9% para mitigar el impacto de los aranceles de importación impuestos por la administración de Trump y evitar pérdidas considerables.