Por Víctor Lomelí

Las candidatas y los candidatos del actual proceso electoral del Poder Judicial de la Federación tienen el reto de desarrollar una estrategia efectiva para “conectar” con aquellas personas a quienes desean convencer de que ellas y ellos, “son la mejor opción”.

Además de entender y seguir las reglas del juego, quienes aspiran a ocupar alguno de los 881 cargos judiciales que estarán en disputa en la elección del 1 de junio, tendrán que definir su discurso considerando tres factores: los antecedentes personales y profesionales que envuelven su candidatura, el discurso gubernamental que dio origen a la reforma al Poder Judicial y la percepción de quienes eventualmente acudirán a las casillas.

El perfil del elector en la contienda judicial

Por una parte están los electores “optimistas”: aquellas personas convencidas del proceso y empatizan con el discurso gubernamental. Son electores que escuchan ‘la mañanera’ y afines al entorno de comunicación del régimen, según explicó Roberto Trad, director del Instituto de Comunicación Estratégica, al compartir hallazgos de una encuesta a 2,250 ciudadanos que respaldan el Manual de campaña para candidatas y candidatos a personas juzgadoras elaborado por El Instituto, en alianza con otras empresas y organizaciones.

Las y los aspirantes “tienen que aprender a hablarle a este ecosistema de medios para llegar a este público”, abundó el consultor político y asesor de candidatos presidenciales, gobernadores y alcaldes, así como de organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil.

Otro tipo de elector es el “candidatista”, gente entusiasta de participar en procesos electorales, y el “escéptico”, quienes dicen que si bien es importante participar no creen que el resultado será el mejor. 

Estructurando el discurso

Independientemente de la preferencia política, hay entusiasmo en la elección por el simple hecho de que se percibe como una oportunidad de cambio para el sistema de justicia, comentó en su oportunidad Azucena Chaidez, especialista en opinión pública y socia directora de SIMO Consulting, quien recordó que 51% de los encuestados tiene sentimientos positivos sobre el proceso al considerar que se rompe paradigmas del pasado, elimina el favoritismo y la corrupción. 

Es por ello que ambos especialistas sugirieron considerar una narrativa que recoja la expectativa que hay sobre la contienda en el sentido de que los jueces sean honestos, que las resoluciones sean justas y que los delincuentes no queden libres. “Hay que comunicar lo que espera la gente”, dijo Chaidez.

Los electores desean un sistema que sea “honesto, accesible y eficiente… un sistema justo”, añadió Trad, quien sugiere a las y los aspirantes al poder judicial, analizar su contexto y el tipo de elector al que se dirigirán para desarrollar su estrategia de campaña.

Tres tipos de candidatos

A partir de los hallazgos plasmados en el Manual de campaña para candidatas y candidatos a personas juzgadoras, fue posible identificar la línea discursiva que podrán considerar quienes aspiran a un cargo en la elección del 1 de junio. 

El candidato transformador es aquel que eventualmente apelará al discurso del oficialismo sobre la necesidad de “acabar con la corrupción” en el poder judicial. Estas personas, por lo general, desean aprovechar la oportunidad de cambio para ingresar por primera vez al sistema judicial.

En contraparte, están aquellas personas que provienen del propio sistema judicial y desean mantenerse o buscar una mejor oportunidad. Este es el candidato reivindicador, quienes tienen el reto de deslindarse inteligentemente de la narrativa negativa que se creó sobre el poder al que ellas y ellos pertenecen. “Que se vayan los corruptos y nos quedemos los honestos”, es una de las premisas sugerida por Trad.

Finalmente está el candidato protector. Aquellas personas que ingresaron y aceptaron las reglas del proceso para la elección pero que desean mantener la independencia del poder judicial. De acuerdo con ambos expertos, el reto es crear una estrategia que no vaya en contra de los electores optimistas o afines al partido en el poder.

Lo que sí y lo que no es posible

Las candidatas y los candidatos tendrán 60 días -del 30 de marzo al 28 de mayo- para llevar a cabo sus campañas, lo que representa un mes menos respecto al tiempo otorgado únicamente a campañas durante el proceso electoral del año pasado. 

El “Manual de campaña para candidatas y candidatos a personas juzgadoras” está disponible para libre descarga en QuisieraSerTuJuez.com En el manual se enumeran algunos aspectos permitidos y prohibidos, tales como:

Lo que SÍ está permitido:

• Hacer uso de tus cuentas de redes sociales
• Difundir la trayectoria profesional, méritos, visiones y propuestas de mejora para obtener voto ciudadano
• Difundir propaganda electoral impresa en papel, materiales reciclables y biodegradable o publicidad en material textil. (tripticos, folletos, tarjetas, gorras banderines, playeras) 
• Construir redes de apoyo ciudadano
• Asistir a eventos, invitaciones y debates

Lo NO permitido:

• Contratar espacios en cualquier medio, incluyendo pauta en redes sociales
• Contratar encuestas o sondeos de opinión
• Difundir propaganda electoral que haga referencias inequívocas de identidad a un partido o fuerza política.
• Utilizar recursos públicos, en efectivo o en especie
• Nombres o imágenes de servidores públicos