Estados Unidos ha notificado un preocupante brote de gripe aviar H7N9 en una granja avícola, el primero de esta magnitud desde 2017, según informó la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), basándose en datos proporcionados por las autoridades estadounidenses.
Este resurgimiento de la influenza aviar altamente patógena, conocida comúnmente como gripe aviar, subraya la persistencia y la creciente amenaza de esta enfermedad. En los últimos años, la gripe aviar se ha propagado de manera alarmante a través de diversas regiones del mundo, incluyendo Estados Unidos, desencadenando el sacrificio masivo de cientos de millones de aves de corral en un esfuerzo por contener su avance.
La reaparición del virus H7N9 en suelo estadounidense genera inquietud debido a su potencial para causar graves impactos económicos y riesgos para la salud pública. La industria avícola, un sector crucial para la seguridad alimentaria, se enfrenta a la posibilidad de pérdidas devastadoras, mientras que las autoridades sanitarias intensifican la vigilancia para prevenir la transmisión a humanos.
La OMSA y los centros de control de enfermedades a nivel global están en alerta, monitoreando de cerca la evolución del brote y coordinando esfuerzos para implementar medidas de bioseguridad y contención. La cooperación internacional y la rápida respuesta son esenciales para mitigar los efectos de esta enfermedad zoonótica y proteger tanto a los animales como a la población humana.