Reuters.- Los fabricantes de automóviles Renault y Nissan dijeron el lunes que habían acordado modificar su asociación de dos décadas para permitir una reducción de sus participaciones cruzadas, en un movimiento destinado a ayudar a la recuperación de Nissan.
El cambio en los términos, que rebaja la participación requerida del 15% anterior al 10%, se produce un día antes de que Iván Espinosa asuma el cargo de CEO del fabricante de automóviles japonés, sometido a una fuerte presión para que aumente significativamente su competitividad.
Nissan también quedará liberada de su compromiso de invertir en la unidad de vehículos eléctricos de Renault, Ampere, para la que había prometido 600 millones de euros (648.96 millones de dólares).
“Como socio de Nissan en la alianza desde hace mucho tiempo y como principal accionista, el Grupo Renault tiene un gran interés en que Nissan recupere sus resultados lo antes posible”, dijo Luca de Meo, director general de Renault, en un comunicado.
Renault también ha anunciado su intención de comprar la participación mayoritaria de Nissan en su negocio conjunto en India, Renault Nissan Automotive India Private Ltd y se espera que la operación se complete a finales del primer semestre de este año.
Como resultado, Nissan dejará de fabricar coches en el tercer mercado automovilístico del mundo y se centrará en las ventas y el servicio. Renault seguirá fabricando coches para Nissan en la fábrica que la empresa tiene en el estado indio de Tamil Nadu, al sur del país. La planta puede producir más de 400,000 vehículos al año, pero sólo funciona a un tercio de esa capacidad, según datos del sector.
El compromiso de Nissan
“Nissan se compromete a preservar el valor y los beneficios de nuestra asociación estratégica dentro de la Alianza, al tiempo que implementa medidas para mejorar la eficiencia”, declaró Espinosa en el comunicado.
Espinosa, hasta ahora director general de Planificación de Nissan, fue nombrado a principios de marzo sucesor de Makoto Uchida, tras el deterioro de los resultados del tercer mayor fabricante de automóviles de Japón y el fracaso de las negociaciones para una fusión con Honda.
Nissan, en la que Renault es el mayor accionista con un 17.05% del capital directo, lleva años sufriendo el declive de sus ventas. Ha luchado por recuperarse de la caída de su antiguo jefe, Carlos Ghosn, arquitecto de la alianza Renault-Nissan, acusado por la fiscalía de Tokio de mala conducta financiera, que él niega.
Renault confirmó su previsión de un flujo de caja libre de al menos 2,000 millones de euros en 2025, a pesar de un impacto de aproximadamente 200 millones de euros por la adquisición de la participación de Nissan en el negocio indio.
“La decisión de hoy da a Nissan una flexibilidad adicional, que sería la posibilidad de que Nissan venda activos y aumente su posición de tesorería”, dijo a periodistas el director financiero de Renault, Duncan Minto. Según Minto, esta posibilidad ayudaría a Nissan a reestructurarse.
La modificación del acuerdo de alianza, que en 2023 establecía un reequilibrio de las participaciones cruzadas, y la rescisión del acuerdo de inversión de Nissan en Ampere, están sujetas al cumplimiento de ciertas condiciones previas, previstas para finales de mayo, según las empresas.