En un giro inesperado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suspendió por 90 días la aplicación de aranceles con tasas diferenciadas para países que no han tomado represalias contra su política comercial recíproca. La medida, anunciada a través de sus redes sociales a escasas horas de su entrada en vigor, desató una tormenta de acusaciones por posible manipulación de mercado e uso de información privilegiada.
La semana pasada, Trump había decretado un arancel universal del 10% para importaciones de 185 países, que luego se incrementó para naciones como China y los miembros de la Unión Europea. La respuesta no tardó: China impuso cargas del 84% a productos estadounidenses y Bruselas anunció represalias del 25%. Aseguró que esta medidas no se aplazarían hasta que los países afectados alcanzaran un equilibrio comercial con Estados Unidos, pese a que los mercados cayeron en prácticamente todo el mundo.
Sin embargo, el presidente cambió de postura de manera inesperada este miércoles. Argumentó que más de 75 países habían buscado un acuerdo y que los mercados estaban “asustados”, lo que justificaba la prórroga arancelaria. La pausa se produjo tras la publicación previa en un mensaje en su red Truth Social en la que recomendaba “comprar”.
Trump y la volatilidad del mercado
Esta secuencia encendió las alertas en el Congreso. Un grupo de senadores demócratas denunció un posible esquema deliberado para influir en los mercados. “El presidente está literalmente participando en el mayor esquema de manipulación del mundo”, acusó el senador Mike Levin. Por su parte, Adam Schiff solicitó una investigación formal sobre posibles movimientos bursátiles realizados con información privilegiada antes del anuncio.
Las sospechas se intensificaron tras un video publicado por la Casa Blanca, donde Trump presenta a Charles Schwab, copresidente de la firma de inversión homónima, y menciona sus ganancias por 2,500 millones de dólares ese día. Para Richard Painter, exabogado de ética de la Casa Blanca, “los presidentes no deben ser asesores financieros. Esta conducta podría constituir una grave violación a las leyes del mercado”.
La prórroga arancelaria, lejos de calmar la incertidumbre, ha sumido a la Casa Blanca en una controversia que mezcla economía, política y ética, con potenciales repercusiones legales. ¿Decisiones de Estado o maniobras de mercado? Las investigaciones dirán.