Reuters.- Dinamarca no cederá a la “inaceptable” presión de Estados Unidos por el control de la semiautónoma Groenlandia, declaró el jueves la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, advirtiendo de que está en juego el derecho de los groenlandeses a la autodeterminación.
El presidente Donald Trump quiere que Washington se haga con el control de la isla ártica, rica en minerales y estratégicamente situada, por razones de seguridad nacional e internacional, y no ha descartado el uso de la fuerza para lograrlo.
“El orden mundial que hemos construido a través de generaciones está siendo desafiado como nunca antes”, dijo Frederiksen en un discurso por el Día Nacional. “En los últimos meses, Groenlandia y Dinamarca se han visto sometidas a una presión inaceptable por parte de nuestro aliado más cercano“, añadió, en referencia a Estados Unidos.
El futuro de Groenlandia en medio de la política
Durante una visita a la isla en marzo, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, acusó a Dinamarca -miembro también de la OTAN- de no hacer un buen trabajo para mantener la seguridad de Groenlandia y sugirió que Estados Unidos protegería mejor el territorio.
La visita de Vance se produjo tras la victoria electoral del partido Demokraatit de Groenlandia, partidario de una lenta independencia en lugar de la salida más rápida propuesta por otros partidos. Los dirigentes de Dinamarca y Groenlandia han declarado que sólo los groenlandeses pueden decidir el futuro del territorio, y la constitución danesa otorga a la isla el derecho a buscar la independencia.
Según Frederiksen, ahora están en juego principios fundamentales de la relación transatlántica como la soberanía nacional, el respeto de las fronteras y el derecho de los pueblos a la autodeterminación. “Pero nosotros no nos doblegamos. Los daneses no somos así”, añadió.