Este lunes se publicó el dato de inflación para mayo con un crecimiento de 0.28%, con lo que se superó el estimado del consenso de analistas que lo ubicaba en alrededor de 0.23%. De esta manera, la inflación anual alcanzó un crecimiento de 4.42%, siendo el ritmo más acelerado de los últimos seis meses.
También se debe considerar que ya suman cuatro meses de aceleramiento constante desde el mínimo observado en enero en 3.59%; es decir, la desaceleración de los precios generales se detuvo y comienza a dar señales de un proceso de reversión que ya no es situación estacional o de un solo mes. Inclusive, la inflación subyacente anual fue de 4.06%, siendo el ritmo más acelerado desde julio del año pasado.
Los datos mencionados no son menores debido a que la inflación general ya esta fuera del objetivo de Banco de México (3% ±1%) por lo que los temores de diversos analistas parecen tomar forma y es que se criticaba la magnitud de recortes en 50 puntos base cuando se estimaba que la inflación pudiera acelerarse en este 2025, situación que se está cumpliendo.
Vale la pena analizar la evolución reciente de la inflación y de las tasas de interés; el pico inflacionario en el reciente ciclo se observó entre agosto y septiembre de 2022 en 8.7%, en dichos meses la tasa de referencia se ubicaba en 8.5%; aludiendo al cálculo más simple, existía un diferencial entre la inflación y la tasa de 20 puntos base.
El ciclo alcista por parte de Banxico duró hasta marzo de 2024 con una tasa de referencia de 11.25%, en marzo de 2024 la inflación anual se ubicaba en 4.42%, el diferencial pasó de solo 20 puntos base hasta 683 puntos base un nivel bastante restrictivo. Para ese entonces se le criticaba a Banco de México que se había pasado de restrictivo al llevar la tasa de referencia a niveles tan altos, pero principalmente por mantenerla ahí por un periodo bastante prolongado (prácticamente un año). Evidentemente existía el riesgo de que la inflación repuntara, pero la desaceleración inflacionaria se mantuvo constante desde mediados de 2023 y hasta inicios de 2025. Es cierto que los bancos centrales tienen una postura principalmente de reacción y no tanto preventiva, pero en el periodo mencionado, parecería que Banxico llevó la restricción más allá de lo necesario.
Ahora bien, parecería que la falta de reacción entre 2023 e inicios de 2024 provocó que Banxico se precipitara en el ciclo de recortes en la tasa de referencia, dicho ciclo inicio en marzo de 2024 con un recorte de 25 pb., después fue hasta agosto que se realizó el siguiente recorte también de 25pb. La pregunta aquí es ¿por qué no se realizaron recortes consecutivos una vez iniciado el ciclo? ¿por qué esperarse hasta agosto?, la respuesta no la sabemos. Es a partir de agosto cuando se registran recortes consecutivos en la tasa de referencia, en dicho mes la inflación se ubicaba en 4.99% y la tasa de referencia en 10.75%, el diferencial ya había pasado a 576 puntos base.
Es en febrero de 2025 cuando la junta de gobierno decide realizar el primer recorte de 50 puntos base, pasando de 10% a 9.5%. Parecería que la falta de acción de 2024 se quería compensar para abandonar la zona restrictiva lo más rápido posible y es que la economía ya daba señales de desaceleración desde el último trimestre de 2024. En marzo vino otro recorte de 50pb. y en mayo uno más.
Actualmente nos encontramos con una tasa de referencia en 8.5% y la pregunta más importante es ¿qué hará Banxico en la siguiente reunión el 26 de junio?, hasta antes del dato de inflación de mayo, la mayoría de los analistas apuntaban a otro recorte de 50 puntos base, pero esta situación ha cambiado, la mayoría se inclina por un recorte de 25pb. y estamos los que consideramos que debería de poner una pausa en el ciclo de recortes, hasta que la inflación se modere y retome su proceso de desaceleración, esto para que Banco de México arroje la señal de que sigue enfocado en alcanzar su mandato único que es mantener el poder adquisitivo de la moneda, lo que se traduce en atacar la inflación.
Algunos analistas consideran que Banco de México esta desatendiendo un poco ese mandato único y que se esta inclinando por combatir la desaceleración económica; situación que no le corresponde como objetivo principal. Es justamente por esta situación que Banco de México debe actuar con base en su mandato y poner pausa en los recortes, si la inflación ya se salió del rango objetivo, vale la pena esperar para mantener todavía un nivel restrictivo en la tasa de referencia.
Un aspecto muy importante para tomar decisiones de política monetaria es considerar la tasa neutral, en 2024 Banxico actualizó el estimado de la tasa neutral real en un rango entre 1.8% y 3.6%; esto quiere decir que para una inflación promedio de 4.45%, el rango de la tasa de referencia debería estar entre 6.25% y 8.05%. Prácticamente la tasa de referencia se ubica cerca del nivel superior de la tasa neutral nominal, lo que refuerza la postura de que Banco de México debería poner una pausa en los recortes, sobre todo considerando que la expectativa apunta a posibles choques inflacionarios debido a la narrativa de los aranceles por parte de Estados Unidos.
Banco de México es una de las instituciones más respetadas en México y es que ha llevado a cabo su labor de manera estricta, personajes muy respetables han formado parte de la junta de gobierno y en ocasiones hasta se han presentado debates acalorados con el gobierno federal por no alinearse a sus intereses. Es justamente esta autonomía lo que hace de Banxico una gran institución. Pero no se pueden dejar de lado algunas críticas, sobre todo en los últimos años se puede considerar que el timing no ha sido del todo correcto; como ya mencionaba, el banco central debe reaccionar ante la evolución de la inflación, pero tampoco dejar pasar prácticamente un año para concretar las decisiones. La otra crítica relevante es la comunicación, hay momentos en que las decisiones no concuerdan del todo con las expectativas inflacionarias, lo que genera dudas entre los agentes económicos. Este último punto queda claro con lo que sucede actualmente y es que el propio Banxico ya estimaba un repunte en la inflación, entonces para qué recortar en 50 puntos base en las últimas reuniones.
Sin duda alguna, la labor del banco central no es fácil, sobre todo en momentos de alta turbulencia económica y financiera tanto a nivel interno como externo. Pero lo más importante es que los integrantes de la junta de gobierno se apeguen al mandato único de la institución y que sean capaces de transmitir esta postura a los agentes económicos para que las expectativas de largo plazo se mantengan ancladas.