Reuters.- Jinjiang Group, contratista del fabricante chino de vehículos eléctricos BYD, dijo el jueves que la descripción que las autoridades brasileñas hicieron de sus empleados como “esclavizados” era inconsistente con los hechos y que hubo malentendidos en la traducción.
Las autoridades laborales brasileñas anunciaron el miércoles que encontraron a 163 ciudadanos chinos trabajando en “condiciones similares a la esclavitud” en una obra de construcción de una fábrica propiedad de BYD en el estado brasileño de Bahía. BYD dijo entonces que había cortado sus vínculos con la empresa que contrató a los trabajadores y que estaba trabajando con las autoridades.
“El hecho de que se les haya etiquetado injustamente como ‘esclavizados’ ha hecho que nuestros empleados sientan que su dignidad ha sido insultada y sus derechos humanos violados, lo que daña gravemente la dignidad del pueblo chino. Hemos firmado una carta conjunta para expresar nuestros verdaderos sentimientos”, dijo Jinjiang en su cuenta oficial de Weibo.
Li Yunfei, director general de marca y relaciones públicas de BYD, repitió su declaración en su propia cuenta de Weibo, acusando a “fuerzas extranjeras” y a algunos medios de comunicación chinos de “difamar deliberadamente a las marcas chinas y al país y de socavar la relación entre China y Brasil”.
Un representante de BYD dirigió a Reuters a la publicación de Li en Weibo cuando se le preguntó sobre los comentarios de Jinjiang y la situación. Jinjiang no respondió a una solicitud de comentarios de Reuters.
BYD y su posición en Brasil
BYD ha estado construyendo la fábrica con una capacidad anual de producción de 150.000 automóviles inicialmente en Brasil, el mayor mercado extranjero del gigante chino de vehículos eléctricos, como parte de los planes para iniciar la producción allí en 2024 o principios de 2025. Brasil está a punto de aumentar los aranceles sobre los vehículos eléctricos importados al 35% en julio de 2026, desde el 18% actual.
El miércoles, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, dijo que la embajada china en Brasil se estaba comunicando con sus homólogos brasileños para verificar la situación y manejarla.
Jinjiang dijo que hubo problemas de traducción y diferencias culturales que llevaron a la situación, y que las preguntas de los inspectores brasileños habían sido “sugerentes”. También publicó un video que muestra a un grupo de trabajadores chinos frente a la cámara y uno de ellos lee una carta que, según Jinjiang, los trabajadores firmaron conjuntamente.
En la carta se decía, por ejemplo, que 107 trabajadores habían entregado sus pasaportes a la empresa para que les ayudara a solicitar un certificado de identidad temporal en Brasil. Los inspectores de trabajo brasileños habían dicho que la empresa había retenido los pasaportes de los trabajadores. “Estamos muy contentos de venir a Camacari a trabajar”, dijo un hombre chino no identificado en el video. “Hemos estado cumpliendo con las leyes y regulaciones, trabajando duro durante el período con la esperanza de que la construcción del mayor proyecto de vehículos de nueva energía en Brasil pueda completarse lo antes posible”, agregó.