Por Roberto Aguilar

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FMI eleva ligeramente su previsión de crecimiento para México

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado ligeramente al alza sus proyecciones de crecimiento económico para México en 2025, situándolas en 1.4%, un incremento marginal respecto al 1.3% estimado en octubre pasado. Además, para 2026, el organismo anticipa un crecimiento de 2%, reflejando una mejora gradual en el panorama económico del país.

En su informe “Perspectivas de la Economía Mundial”, el FMI también destacó un leve repunte en el crecimiento de América Latina y el Caribe. Para 2025, la región podría alcanzar un crecimiento del 2.5%, a pesar de las proyecciones de desaceleración en las economías más grandes, como Brasil y Argentina.

A nivel global, el crecimiento económico se mantendría estable pero por debajo de los niveles históricos. El FMI estima un avance del 3.3% tanto en 2025 como en 2026, inferior al promedio del 3.7% registrado entre 2000 y 2019. Estas cifras reflejan la persistente incertidumbre económica mundial, así como los efectos de las políticas comerciales y la evolución reciente de los mercados.

Los pronósticos del FMI

El FMI advierte que los riesgos para el crecimiento mundial a mediano plazo se inclinan a la baja, con previsiones que continúan por debajo del promedio histórico. En el corto plazo, las divergencias entre países podrían intensificarse. Por ejemplo, Estados Unidos podría experimentar un repunte, mientras que otras economías enfrentan presiones por factores como la incertidumbre política, los ajustes en el sector energético en Europa y los retos en el mercado inmobiliario de China.

Para 2026, se espera que los efectos de la incertidumbre comercial disminuyan, estabilizando el crecimiento global en torno al 4.5%. Sin embargo, factores estructurales como el envejecimiento poblacional seguirán limitando la expansión en varias regiones.

El informe también subraya una tendencia positiva en la inflación global, que podría reducirse a 4.2% en 2025, acercándose a los objetivos de los bancos centrales. Esta moderación permitirá una mayor normalización de las políticas monetarias y aliviará las perturbaciones globales recientes, como la pandemia y la guerra en Ucrania, que desencadenaron el mayor incremento inflacionario en décadas.

En conclusión, aunque las perspectivas económicas presentan mejoras puntuales, el panorama sigue marcado por desafíos significativos que requerirán esfuerzos coordinados para mantener la estabilidad global.