Reuters.- El negocio de semiconductores entre Taiwán y Estados Unidos es un modelo “beneficioso para ambas partes” dado el alto nivel de complementariedad, dijo el martes el Ministerio de Economía de la isla en respuesta a las amenazas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump.
Hogar del mayor fabricante de chips por contrato del mundo, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., la isla es un eslabón clave en la cadena de suministro de tecnología global para empresas como Apple y Nvidia. Trump dijo el lunes que planea imponer aranceles a los chips, productos farmacéuticos y acero importados en un esfuerzo por conseguir que los productores los fabriquen en Estados Unidos.
“Taiwán y la industria estadounidense de semiconductores y otras industrias tecnológicas son altamente complementarias entre sí, especialmente el modelo de fundición diseñado en Estados Unidos y fabricado en Taiwán, que crea un modelo de negocio para las industrias de Taiwán y Estados Unidos en el que todos ganan”, dijo el Ministerio de Economía de Taiwán en un comunicado en respuesta.
El ministerio “seguirá prestando atención a la política de Estados Unidos en el futuro, y habrá un estrecho contacto y cooperación entre ambas partes para garantizar que las industrias y los intereses nacionales de Taiwán y Estados Unidos puedan desarrollarse de una manera mutuamente beneficiosa frente a los desafíos globales”.
EL negocio de los chips ante el nuevo mandato de Trump
En 2020, bajo la primera administración Trump, TSMC anunció que construiría una fábrica de 12.000 millones de dólares en Arizona, en una victoria para los esfuerzos del Gobierno estadounidense por arrebatar a China las cadenas de suministro tecnológicas globales. Más tarde aumentó esos planes con una inversión total de 65.000 millones de dólares. TSMC no quiso hacer comentarios sobre los comentarios acerca de los aranceles de Trump.
A principios de este mes, el ministro de Economía de Taiwán, Kuo Jyh-huei, dijo que solo esperaba un pequeño impacto de cualquier arancel impuesto por Trump a las exportaciones de semiconductores, dada su superioridad tecnológica.
En otro desafío potencial para Taiwán, Trump ordenó la semana pasada a las agencias federales que investigaran los déficits comerciales persistentes de Estados Unidos y las prácticas comerciales desleales y la supuesta manipulación de divisas por parte de otros países.
El superávit comercial de Taiwán con Estados Unidos se disparó un 83% el año pasado, en comparación con 2023, y las exportaciones a Estados Unidos alcanzaron la cifra récord de 111.400 millones de dólares, impulsadas por la demanda de productos de alta tecnología como los semiconductores.