El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido aplazar por 30 días la imposición de aranceles a las importaciones de automóviles provenientes de México y Canadá. La medida responde a la preocupación de la industria automotriz estadounidense sobre el impacto que los nuevos gravámenes podrían tener en sus operaciones y costos de producción.

La decisión fue anunciada por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien leyó un comunicado firmado por Trump. “Vamos a dar una exención de un mes a cualquier automóvil que ingrese [a territorio estadounidense] bajo las condiciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)“, informó Leavitt.

Esta determinación surgió tras una reunión entre Trump y los principales concesionarios automotrices del país: Ford, General Motors y Stellantis. De acuerdo con un informe de Bloomberg, la prórroga busca que los fabricantes de autos presenten planes para aumentar sus inversiones y producción en Estados Unidos, en línea con las promesas de Trump durante su campaña. Un reporte de Reuters asegura que las empresas automotrices, a cambio, han solicitado certidumbre sobre las políticas arancelarias y ambientales a futuro.

El 2 de abril, Trump tiene previsto anunciar los denominados “aranceles recíprocos”, los cuales impondrían cargas impositivas equivalentes a las que otros países aplican a las exportaciones estadounidenses.

La cadena de suministro automotriz en América del Norte está altamente integrada, con piezas que cruzan fronteras en diversas fases de producción. John Bozzella, director de la Alianza para la Innovación Automotriz, advirtió que estos aranceles podrían elevar el precio de algunos vehículos hasta un 25%, afectando la accesibilidad para los consumidores.

La suspensión de los aranceles no aplica a todas las exportaciones. Solo las empresas que cumplan con las reglas del T-MEC podrán beneficiarse. México se ha convertido en el tercer mayor exportador de autos del mundo, con ventas que alcanzaron los 188,903 millones de dólares en 2023. No obstante, Trump ha acusado a China de beneficiarse del T-MEC para ingresar vehículos a Estados Unidos, por lo que ha descartado cualquier exención similar para fabricantes chinos.