Intel Corp. renunció a la compra de Tower Semiconductor. El acuerdo valorado en 5,400 millones de dólares se deshecho después de que el tiempo para concretar la fusión expirara sin la aprobación reglamentaria en China.
Pat Gelsinger, CEO de Intel, dijo que el mes pasado visitó el país asiático para reunirse con las autoridades reguladoras chinas para conseguir que aprobaran la operación. Sin éxito, ahora la empresa tecnológica deberá pagar una comisión de compensación a Tower por 353 millones de dólares.
En un comunicado de prensa, Tower Semiconductor afirmó que “tras una cuidadosa consideración y minuciosas discusiones y no habiendo recibido indicaciones sobre ciertas aprobaciones regulatorias requeridas, ambas partes han acordado rescindir su acuerdo de fusión habiendo pasado la fecha exterior del 15 de agosto de 2023″. La empresa israelí cotiza en Estados Unidos. Luego del anuncio, sus acciones cayeron cerca de 11% en las operaciones previas a la apertura del mercado.
Intel mantiene sus planes para reforzar su negocio de chips
Con la negativa de China para aprobar la adquisición, Intel reforzará su negocio de fundición dedicado a fabricar chips para otras empresas. Hace dos meses, Bejamin Netanyahu, el primer ministro israelí, anunció que la empresa acordó una inversión por 25,000 millones de dólares para una nueva fábrica de semiconductores en Israel. Según el mandatario, esta sería la mayor inversión internacional en la historia de aquella nación.
El fin del acuerdo de fusión entre Intel y Tower Semiconductor es una muestra más de cómo las tensiones sociales y políticas entre Estados Unidos y China se están extendiendo a la negociación de acuerdos empresariales. La tendencia es especialmente visible en el sector tecnológico.
El año pasado, DuPont De Nemours Inc. abandonó un acuerdo por 5,200 millones de dólares para adquirir al fabricante de materiales electrónicos Rogers Corp. La decisión fue tomada tras los retrasos en la obtención de la aprobación de las autoridades reguladoras chinas.