El uso de las criptomonedas está creciendo en todo el mundo y México no es la excepción. A medida que los usuarios conocen y se acercan más a esta tecnología, el sector comercial acelera los procesos para adoptar criptodivisas como método de pago en negocios locales.
De acuerdo con un estudio de Deloitte, en el mercado mexicano el 94% de la población conoce que son las criptomonedas. No obstante, menos del 10% de los habitantes (cerca de 12 millones de personas) ha comprado alguno de los criptoactivos disponibles.
El escenario tiene potencial para cambiar a medida que la utilización de las criptomonedas se extiende en el mercado. Cifras de la empresa de servicios profesionales estiman que siete de cada 10 comercios en México planea agregar el cobro con criptomonedas en los próximos dos años. Los sectores económicos relacionados con moda, viajes, bienes raíces, electrónicos y artículos de lujo lideran la tendencia.
La adopción de criptomonedas crece en México y Latinoamérica
La creciente adopción de los activos digitales dentro de estas industrias tiene que ver con el perfil de sus clientes. Especialistas afirman que las personas que poseen criptomonedas tienen un nivel alto de conocimiento sobre las mismas y niveles de ingresos superiores al promedio. Además de realizar compras mediante criptodivisas, estos usuarios las utilizan para trading o como un método alternativo a las inversiones tradicionales.
La empresa estadounidense de análisis de blockchain, Chainalysis, ubicó a Latinoamérica como la segunda región con mayor aceleración de crecimiento en el volumen de transacciones realizadas con criptomonedas. Entre julio de 2021 y junio de 2022, el mercado latino recibió 562,000 millones de dólares en criptoactivos, un aumento interanual de 40%.
El ahorro de dinero, el envío de remesas y la inversión especulativa son los tres factores que impulsan el avance de los criptodivisas en la región liderado por Brasil y México. A pesar del interés en el mercado criptográfico y de la misma manera que sucede en muchas otras partes del mundo, el bloque latino carece de una regulación sólida para esta variante económica.