México es el segundo emisor de contaminantes en Latinoamérica (LATAM), según el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF). De acuerdo con el organismo, el país genera el 17% del total de la contaminación dentro de la región.

A pesar de su posición, México mantiene niveles de emisiones por habitante por debajo del promedio mundial y regional. Ante el escenario, Sergio Díaz-Granados, presidente de ejecutivo del CAF, explicó en un comunicado que “México tiene grandes desafíos, pero también oportunidades que requieren de un trabajo coordinado entre el sector público, privado y la sociedad civil”, expresó Díaz-Granados.

Estas conclusiones se derivan del “Reporte de Economía y Desarrollo (RED), Desafíos globales, soluciones regionales: América Latina y el Caribe frente a la crisis climática y de biodiversidad”, estudio que explica que en México, los mayores contaminantes provienen del sector industrial (31%), de los sistemas de energía (25%) y del transporte (17%), seguidos por el sector agropecuario (13%), los cambios de uso del suelo (12%) y las edificaciones (3%).

La agricultura en México peligra

Como consecuencia de los efectos que la situación tiene en las condiciones climatológicas del país, la investigación determinó que los fenómenos extremos relacionados con el clima aumentaron en las últimas dos décadas de 3.5 a 5.8 eventos por año en promedio. Estos eventos aumentaron la incidencia y magnitud de tormentas e inundaciones que afectaron a más de 557,000 personas.

El informe “presenta escenarios que prevén que la temperatura media en México continuará aumentando en las próximas décadas”, y “contempla una reducción de las precipitaciones que se volverán menos predecibles, con un impacto negativo en el sector agropecuario”.

El CAF advirtió que la agricultura en México “se encuentra particularmente expuesta a la crisis climática”, toda vez que cerca del 73% del cultivo es de secano o temporal, es decir, depende en exclusiva de la lluvia.