El balance de riesgos para la inflación no se ha deteriorado a pesar de que sigue sesgado al alza por los recientes aumentos en precios del petróleo y el tipo de cambio, de acuerdo con Omar Mejía, subgobernador del Banco de México (Banxico).
El mes pasado, Banxico decidió mantener su tasa clave de interés en un máximo histórico del 11.25 por ciento por cuarta ocasión consecutiva y atrasó al segundo trimestre del 2025 la convergencia del índice de precios al objetivo oficial de un 3 por ciento, desde una estimación anterior del cuarto trimestre de 2024.
Mejía afirmó a Reuters que la trayectoria prevista de inflación incorporaba en ese entonces algunos riesgos, como un “cierto” repunte de los precios del crudo, pero el reciente conflicto en Medio Oriente podría conllevar un incremento mayor a lo esperado.
“Otro de los elementos al alza en el balance de riesgo sería el comportamiento reciente del tipo de cambio”, sostuvo en una entrevista difundida en un podcast del grupo financiero Banorte.
Desaceleración global ayudaría en reducción de costos: Banxico
Sin embargo, añadió que el peso mexicano se ha depreciado en las últimas semanas, si bien acumula una ganancia de casi un 10 por ciento desde que el banco inició su ciclo alcista en junio de 2021.
Por el contrario, destacó, una desaceleración económica global podría hacer caer los precios de las materias primas, reduciendo las presiones inflacionarias.
Mejía, quien forma parte de la Junta de Gobierno desde enero, agregó que la actual postura monetaria del Banxico estaba logrando llevar a la meta la inflación, que actualmente se ubica en un 4.45 por ciento después de haberse disparado el año pasado a un 8.70 por ciento, un nivel no visto en dos décadas.
Así, dijo que una vez que existan las condiciones para comenzar a reducir la tasa de interés referencial será necesario que los miembros de la junta discutan el ritmo de las disminuciones.