Honda Motor y General Motors (GM) anunciaron que suspenderán sus planes de desarrollar de forma conjunta vehículos eléctricos asequibles. La estrategia nació con la intención de refrenar el avance de Tesla en el sector y, eventualmente, superarla en ventas. La iniciativa contemplaba una inversión de 5,000 millones de dólares.
“Después de llevar a cabo algunas investigaciones y análisis, ambas partes decidieron poner fin al desarrollo. Cada empresa seguirá trabajando para ofrecer modelos asequibles al mercado de vehículos eléctricos”, informaron las compañías en un comunicado de prensa.
Ante el anuncio, el fabricante automotriz japonés aseguró que mantendrá sus planes sobre comercializar únicamente autos eléctricos para 2040. Desde la óptica de GM, el movimiento evidencia un cambio estratégico de negocio para ralentizar el lanzamiento de varios modelos de vehículos eléctricos.
Ante las huelgas de la Unión de Trabajadores del Automóvil (UAW, por sus siglas en inglés) y las pérdidas asociadas calculadas en 200 millones de dólares a la semana, la compañía necesita proteger la rentabilidad de su negocio.
La huelga está frenando los planes de GM
Los efectos de la huelga en su país de origen están causando estragos en las finanzas de GM. El fabricante retiró sus previsiones de crecimiento para este año. Al inicio del paro laboral, los analistas ya auguraban un escenario similar.
Gene Munster, socio director de Deepwater Asset Management, afirmó que “las grandes automotrices se encuentran en una situación difícil cuando se trata de hacer la transición hacia el coche eléctrico, y las actuales discusiones con los sindicatos eventualmente darán como resultado un fuerte aumento en los costes que los empujará aún más hacia los números rojos”.
Dan Levy, analista de la consultora Wedbush, dijo que “esta es una situación potencial de pesadilla para GM y Ford, ya que ambos se encuentran en las primeras etapas de un camino de transformación masiva de vehículos eléctricos para la próxima década que definirá el éxito futuro”.
Una huelga que dure más de cuatro semanas sería “un duro golpe para las ambiciones de vehículos eléctricos de GM y Ford” en el corto plazo, retrasando “muchos aspectos de este importante impulso inicial a los vehículos eléctricos”, afirmó el analista.